Evangelio y Vida para el 23 de noviembre de 2019
“Cantemos al Señor nuestro salvador”
1 Mac 6, 1-13; Sal 9; Lc 20, 27-40.
El texto evangélico de hoy lo reflexionamos el pasado domingo XXXII del tiempo ordinario.
Hoy la Iglesia en México hace memoria del sacerdote y mártir Miguel Agustín Pro Juárez, beatificado el 25 de septiembre de 1988. En la cruel persecución contra la Iglesia fue condenado a la pena capital y así alcanzó el martirio que tan ardientemente deseaba.
Él se encontraba fuera del país al inicio de la persecución religiosa emprendida por el gobierno y deseaba volver a México para ayudar a los católicos en esos tiempos de prueba. Lo hace en julio de 1926 y, desde entonces, desarrolla su ministerio sacerdotal con osadía hasta su muerte, el 23 de noviembre de 1927.
El Salmo 9 que leemos hoy nos pide no temer a los enemigos, que Dios se encarga de ellos. Dios es un juez justo, que reduce a los malvados a la nada, que gobernará con justicia, que juzgará con rectitud…
El beato Miguel Agustín Pro y los innumerables perseguidos y agredidos por su fe de la guerra cristera, de tantas otras guerras y de todos los días, saben en quien han puesto su confianza. La promesa de Dios, de no desampararnos, está siempre vigente.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Sor Carolina Flores H.C.
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