Rostros de Germantown
¡El nuevo blog del Centro de Adultos Jóvenes «St. Vincent DePaul» es un hermoso proyecto que merece la pena ver!
El Centro para Jóvenes Adultos es un centro sin fines de lucro que alberga grupos de retiros de servicios de escuelas secundarias y universidades que siguen las enseñanzas vicencianas. El blog fue iniciado por un interno de verano en mayo de 2017 con el fin de poner nombres y a veces rostros a los miembros de la comunidad de Germantown y mostrar algunas de las historias y talentos de las personas que viven allí. Aquí hay una entrada titulada «Arte en la forma de la simplicidad»:
El 22 de mayo de 2017 fui con Darcy, una de las directoras del Centro Vincent DePaul para Adultos Jóvenes, a DePaul USA, una organización sin fines de lucro que ayuda a personas que ya habían pasado por la carcel o la falta de vivienda, a progresar hacia una vida nueva ofreciéndoles trabajo y sesiones de entrenamiento de habilidades vitales. En el centro ubicado, en la calle Sprague, asistí a Darcy en la realización de su sesión mensual del club de arte, donde aquellos que reciben servicios de la organización pueden participar en actividades recreativas que sirven como salidas creativas. El tema de ese día fue en honor al Mes Nacional de la Postal, donde los participantes pudieron crear tarjetas de acuarela y enviarlas a amigos o familiares con un sello. Dos hombres se unieron a nosotros en este proyecto de artesano y, aunque no se crearon postales reales durante esta sesión, la pintura abstracta de los hombres, mientras charlaban con Darcy y conmigo, se convirtió en arte de todos modos. A través de nuestras conversaciones, se hizo evidente que simplemente poder hablar y reír con otras personas iluminaba no sólo los días de los hombres, sino también los nuestros. Y tal vez eso es lo que realmente contó durante nuestra sesión de club de arte: la importancia de la alegría simple en las interacciones humanas.
Si sabes inglés, pincha aquí y echa un vistazo. Es bastante bonito.
Es un proyecto maravilloso de los Vicencianos… ¡por doquier!
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