«SI LA ÚNICA ORACIÓN QUE DICES EN TODA TU VIDA ES GRACIAS, SERÁ SUFICIENTE».

– MEISTER ECKHART

¿Qué significa realmente dar las gracias? Decir «gracias» puede convertirse en una frase comodín, extendida como respuesta automática a multitud de situaciones.

Como vicentinos, podemos estar en el extremo receptor de múltiples expresiones de gratitud de personas necesitadas y de aquellos que reciben ayuda. De vez en cuando también puede haber alguna ausencia de agradecimiento. Se nos recuerda que los actos de servicio van más allá de los bienes materiales y económicos que se han proporcionado. Como destaca la Regla, los encuentros entre Vicentinos y Compañeros implican el intercambio mutuo de bendiciones, «Los Vicentinos nunca olvidan las muchas bendiciones que reciben de aquellos a quienes visitan. Reconocen que el fruto de sus trabajos brota, no de ellos mismos, sino especialmente de Dios y de los pobres a quienes sirven». Responder a las peticiones de ayuda material conduce a compromisos más profundos. Nos encontramos con respeto y dignidad.

Santa Luisa de Marillac era una mujer que trabajó día tras día por los que necesitaban ayuda en su comunidad. Ella reconocía que la actitud de uno influye mucho en las experiencias de servir a los demás: «Espero que vuestra gratitud os ponga en la disposición necesaria para recibir las gracias que necesitáis para servir a los pobres enfermos con un espíritu de mansedumbre y gran compasión».

Se dice que la ansiedad y la gratitud no pueden existir en el mismo espacio. Hay sabiduría en esta observación. A menudo, los pensamientos ansiosos se centran en la negatividad de acontecimientos pasados o futuros. El examen destructivo de un suceso embarazoso, una palabra mal dicha o una acción lamentable. Al pensar en el futuro, generar una multitud de posibilidades de «qué pasaría si» puede causar estrés, en lugar de consuelo o alivio. La gratitud contrarresta estas emociones. Al reflexionar sobre acontecimientos pasados, estar en un espacio de agradecimiento puede llevarte a ver perspectivas adicionales o nuevas percepciones. Puede anclarte en el presente. Puede hacerte sonreír.

Una reflexión diaria sobre la gratitud puede ser una forma de anclarse en el presente. He aquí algunas sugerencias que pueden utilizarse para entrar más plenamente en las gracias del agradecimiento que nos rodean cada día.

¿Por qué acción o cosa estás agradecido hoy?

¿Por qué relaciones sientes gratitud?

¿Dónde has recibido hoy la gratitud de los demás?

Gracias por tomarte el tiempo de hacer una pausa y entrar en el espacio sagrado. Gracias también por todo tu servicio a los demás como parte de la Sociedad de San Vicente de Paúl.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR

• ¿Qué gracias has recibido de tus encuentros con tus compañeros y con las personas a las que servimos?
• ¿Cómo te paras a reflexionar con gratitud sobre los acontecimientos, las personas y las cosas que han sucedido a lo largo de un día?

De: Firewood for the soul, vol. 2, A Reflexion Book for the Whole Vincentian Family
Sociedad San Vicente de Paúl, Queensland, Australia.
Texto de: Samantha Hill y James Hodge.