El Hermano Lawrence Obiko, superior general de los Hermanos de Nuestra Señora, Madre de la Misericordia (CMM), nos cuenta la historia de su Congregación y expone algunos de los desafíos a los que se enfrenta la Familia Vicenciana.

Con él, continuamos una serie de entrevistas en vídeo titulada «El corazón de un líder», que nos acompañará hasta el encuentro de noviembre de 2024.

Regístrese al encuentro de Noviembre en Roma en https://famvin.org/es/famvin-2024

Transcripción:

Hermano Lawrence, ¿podría presentarse?
Mi nombre es Hermano Lawrence Obiko. Pertenezco a la Congregación de los Hermanos de Nuestra Señora Madre de Misericordia. Fuimos fundados en los Países Bajos en 1844, y, como Hermanos, nos dedicamos principalmente a la educación y trabajamos en ocho países diferentes del mundo: en Timor Oriental, Indonesia, Kenia, Namibia, Tanzania, Zambia, Brasil, Países Bajos y Bélgica. Nuestro fundador es el obispo Johannes Zwijsen.

¿Por qué es importante colaborar con la Familia Vicenciana, Hermano Lawrence?
Es importante trabajar con la Familia Vicenciana porque nuestro fundador, cuando fundó la congregación, nos dio a Vicente como patrón. Y Vicente fue muy importante para nuestro fundador porque realmente vio, en Vicente, a la persona que representaba lo que significa trabajar por los pobres y le inspiraba ese aspecto de poder tender la mano a los pobres, especialmente a los pobres y vulnerables de la sociedad. Así pues, nuestro fundador consideró que Vicente sería un buen instrumento y modelo a seguir para nosotros como congregación. Por eso nos parece oportuno que Vicente sea nuestro santo patrón y también alguien que nos ayuda a ver cómo podemos formar parte de la sociedad, que necesita prestar mucha atención para con los pobres.

Por último, ¿Cuál es el futuro y el porvenir de la Familia Vicenciana…? ¿Cuál la esperanza y el reto, en su opinión?
El futuro de la Familia Vicenciana tiene que ser lo que significa ser una familia, porque en familia se pueden hacer cosas juntos, somos capaces de aunar esfuerzos y energía, y capaces de atender las necesidades de la sociedad que nos rodea. Así que si podemos seguir trabajando juntos como una familia, estemos donde estemos, podremos atender esas necesidades y podremos hacer frente a las situaciones que nuestro santo patrón, Vicente, intentó abordar en su tiempo. Y creo que, si estamos juntos, resistiremos, y si estamos solos, no podremos resistir. Y el reto para el futuro es que estamos viviendo un momento histórico muy difícil. Hay tantas necesidades, hay tantos problemas en nuestra sociedad y todos necesitan nuestra ayuda. Todos necesitan nuestra atención. Así que, si no somos capaces de reunirnos, trabajar juntos, abordar estos problemas juntos como una familia, significa que estos problemas seguirán siendo problemas en la sociedad y nunca se resolverán. Así que creo que el reto es: ¿Cómo podemos unirnos como Familia Vicenciana? ¿Cómo podemos aunar esfuerzos, no sólo nuestra energía, sino también nuestras finanzas, nuestros recursos, nuestros recursos humanos? Y esto nos ayudará a avanzar hacia el futuro. Pero es un gran reto para nosotros
porque sabemos que también en la sociedad, el problema de las finanzas se está convirtiendo en un gran problema.

Muchas gracias, Hermano Lawrence.