Alimento para el alma: La experiencia de lo salvaje
NO HAY QUE VER EL DESIERTO SIMPLEMENTE COMO UN LUGAR LEJANO EN EL QUE LLUEVE POCO. HAY MUCHAS FORMAS DE SED.
WILLIAM LANGEWIESCHE
Horizontes inmensos, calor y distancia, aridez y sequedad. La sensación de pequeñez en un paisaje tan vasto y la vida que está presente; plantas y animales se aferran tenazmente buscando la humedad siempre que está presente. Un fuerte instinto de supervivencia de esta vida donde los recursos internos son ricos y a menudo todo lo que hay; algo de vulnerabilidad y humildad en el vasto terreno y paisaje que les rodea.
El ingenio de la gente que habita y vive en estos lugares es sencillo. Dejar atrás la televisión, la radio, los periódicos para adentrarse en el gran silencio. La necesidad de recurrir a Dios y a la providencia de una manera nueva es tan extraña para muchos.
El desierto ocupa un lugar preponderante tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Es el lugar donde se encuentran las peticiones de Dios, donde se ponen a prueba y se redefinen los límites, donde se castiga y donde se puede forjar y dar vida a una identidad.
El desierto es una experiencia tanto espiritual como física. Muchas personas pasan su vida en un desierto espiritual, sintiéndose secas y desprovistas de la conciencia de la presencia de Dios. El consuelo en la oración parece desaparecido, sin embargo, podemos buscar comprensión en una tierra interior reseca, sedientos de algunos signos de la presencia tranquilizadora de Dios.
Algunas de las personas que se encuentran en el trabajo diario de la Sociedad dce San Vicente de Paúl están probablemente en el desierto. No necesariamente por elección, pero tienen ese fuerte instinto de supervivencia y se aferran con fuerza.
Están viendo los recursos de que disponen para sobrevivir, esperando que llegue el momento en que ya no necesiten la ayuda de la Sociedad y sean capaces de encontrar la salida del desierto hacia tierras fértiles.
Incluso en las situaciones más áridas, hay esperanza, fuerza interior y resistencia que facilitan la supervivencia incluso en los momentos más difíciles.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN
- ¿Qué encuentras en tu desierto?
- ¿Cómo luchan por sobrevivir en su «desierto» las personas que encuentras en tus buenas obras?
De: Firewood for the soul, vol. 1, A Reflexion Book for the Whole Vincentian Family
Sociedad San Vicente de Paúl, Queensland, Australia.
Texto de: Samantha Hill.
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