Las pruebas de la vida
Hay una interesante conversación entre san Vicente y santa Luisa que leí, hace muchos años, en un libro sobre san Vicente. El tema de la conversación era «¿por qué Dios permite sufrimientos en nuestra vida?». Vicente le dice a Luisa que «Dios puede ser comparado con un escultor que hace una hermosa estatua tallando una piedra». Compara los sufrimientos y las pruebas de la vida con esta acción de cincelar. El propósito es hacer algo hermoso de nosotros. Pero Luisa le dice a Vncente que «a veces, las piedras se rompen mientras están siendo cinceladas». A esto Vicente responde que «tales piedras nunca se convertirán en estatuas».
El punto de vista de San Vicente sobre el sufrimiento es acorde con lo que Santiago, en su carta, dice sobre el propósito de los ensayos y las pruebas en nuestra vida. «Considerad como un gran gozo, hermanos míos, el estar rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidad probada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento; pero la paciencia ha de ir acompañada de obras perfectas para que seáis perfectos e íntegros sin que dejéis nada que desear» (St 1, 2-4).
Victor Frankl, en su famoso libro «Will to Meaning» [La Voluntad de Sentido] habla de encontrar significado en el sufrimiento. Según él, si hay un significado en la vida, entonces debe haber un significado en el sufrimiento. Muchas personas están decepcionadas cuando ven que las cosas no resultaron en su vida como esperaban. A ellos les dice: realmente no importaba lo que esperábamos de la vida, sino lo que la vida esperaba de nosotros.
La Biblia presenta a Job como el prototipo del hombre que lucha por encontrar significado al sufrimiento. Las palabras de los hombres «sabios» no podían ayudarle y él quería hablar con Dios cara a cara. Así dice a sus amigos; «¡Oh!, mis ojos han visto todo esto, mis orejas lo han oído y entendido. Sí, yo lo sé tan bien como vosotros, no os cedo en nada. Pero es a Sadday a quien yo hablo, a Dios quiero hacer mis réplicas» (Job 13, 1-3).
Cuando se vuelve hacia Dios se da cuenta de la verdad, que hay muchas cosas que la mente humana no puede captar. Job, cuando se dio cuenta de esto, se humilló delante de Dios y dijo: «Sí, he hablado de grandezas que no entiendo, de maravillas que me superan y que ignoro». (Job 42, 3).
Solo nuestra fe en Jesús nos dará el significado pleno del sufrimiento en nuestra vida. En Jesús, nuestro sufrimiento y muerte tiene un significado. Así que, para enfrentar las pruebas y los sufrimientos de la vida, necesitamos fijar nuestros ojos en Jesús y en su cruz, como él durante su paso por este mundo «fijó sus ojos en Jerusalén», que fue su lugar de sufrimiento, muerte y resurrección.
Sobre el autor:
El P. Binoy Puthusery, C.M., es un sacerdote paúl perteneciente a la Provincia de India meridional. Fue ordenado sacerdote el 27 de diciembre de 2008 y poco después sirvió como coadjutor en Tanzania. En 2011, después de dos años de ministerio, fue nombrado Director Espiritual de las Hermanas Vicentinas de la Misericordia, en Mbinga, Tanzania. Actualmente reside en Barakaldo (España), y es formador en el Máster en Vicencianismo.
0 comentarios