En este vídeo, Mons. Joseph Gentili, STD, párroco de la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Doylestown (Pensilvania Estados Unidos), habla de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, y reflexiona sobre cómo podemos seguir el ejemplo de la Virgen durante la Cuaresma.

El video está en inglés; se ofrece la traducción al español después del mismo.

Traducción:

En 1531, la Virgen se apareció a Juan Diego, un campesino muy humilde, indígena del pueblo de México. La relevancia de su aparición sigue siendo importante para nosotros, casi 600 años después. Y creo que es necesario entender el contexto en el que se apareció a Juan Diego. Fue en un momento de la historia en que España envió a los conquistadores, los soldados, a conquistar México. Así que los soldados españoles y la familia real decidieron enviar sacerdotes franciscanos para ayudarles a compartir el Evangelio con esta gente, especialmente para ayudarles a apreciar el valor de la vida.

Una de las historias de éxito de los franciscanos fue la de Juan Diego. Era un campesino fiel que aprendió sobre esta nueva fe católica y la devoción a la Santísima Virgen Madre, y la importancia de la fe católica y un día la Santísima Madre decidió aparecérsele. Un día, mientras iba a misa y trataba de conseguir la ayuda de un sacerdote por su tío enfermo, se le apareció la Virgen.

Se presentó como una indígena y le dio el mensaje. Y una de las palabras que ella les dijo es: «No teman. ¿No estoy yo aquí, yo que soy vuestra Madre?». Hermosas palabras, alentadoras palabras de la Santa Madre. «¿No estoy yo aquí, que soy vuestra Madre?». Y ella le dio el mensaje de que fuera a ver al obispo y que éste construyera un santuario en su nombre. Juan tuvo que regresar por una señal, y la señal fue, finalmente, las flores que crecían en el cerro, que la Santa Viegen le dijo que recogiera, en su tilma (manto), y curiosamente era diciembre, y las rosas no suelen brotar en esa época del año en México. Las rosas en sí eran el signo, a primera vista, pero mientras Juan Diego desplegaba esas rosas al obispo, en su tilma estaba grabada esta imagen que está detrás de mí. Esa imagen de la Virgen, que se hizo tan famosa entre la gente, fue lo que empezó a atraer a los indígenas de esa zona de México a la fe católica.

El mensaje de la Santísima Madre en Guadalupe es que el Señor puede venir a nuestras vidas, incluso si somos como el humilde Juan Diego, ella continúa apareciéndose y viniendo a nosotros de maneras muy especiales, misteriosas. Y la Cuaresma, y nuestras observancias de la Cuaresma, son muy importantes para poner a los demás primero, y permitimos que la gracia del Señor comience a entrar en nosotros.