La guerra de Rusia contra Ucrania ha provocado mucho dolor y sufrimiento. Ha generado una crisis humanitaria que no hará más que empeorar a medida que se acerque el invierno. Los inviernos ucranianos son muy fríos, sobre todo en el norte, donde las temperaturas pueden alcanzar hasta 20 grados bajo cero.

Como organización benéfica mundial para personas sin hogar, Depaul está profundamente preocupada por los ucranianos que no tienen hogar o no disponen de una vivienda adecuada. Hemos lanzado un llamamiento urgente de recaudación de fondos para el invierno para poder ayudar a más personas a sobrevivir en los meses de invierno. Estamos luchando contra la guerra, pero pronto nos enfrentaremos también a la realidad del invierno.

Ucrania lleva ya más de seis meses de ataques por parte de Rusia. Como resultado, las casas de muchas personas han sido dañadas. He visitado muchas casas en las que el tejado ha sido alcanzado por un misil, o las ventanas han sido reventadas. Esto me preocupa, ya que las casas dañadas no retienen el calor en invierno, dejando a la gente vulnerable a la hipotermia y la congelación.

También he conocido a muchas personas cuyas casas han quedado completamente destruidas o son inhabitables a consecuencia de los bombardeos. Muchas de estas personas viven ahora en cobertizos o dependencias agrícolas, que pronto se volverán peligrosamente frías. Incluso cuando la gente no se estuviera muriendo de frío, habrá muchas personas que necesitan amputaciones de dedos de las manos y los pies debido al frío. Después de sólo dos o tres horas, se pueden perder los pies, por lo que es una situación peligrosa.

Las personas sin hogar y las que viven en viviendas dañadas serán las más vulnerables, pero todo el mundo en Ucrania está preocupado por el invierno. En septiembre, Rusia atacó las infraestructuras eléctricas de Kharkiv. Existe un temor muy real de que Rusia pueda lanzar nuevos ataques en los próximos meses, impidiendo que todos los habitantes de la zona afectada puedan calentar sus hogares.

Este invierno, el equipo de Depaul Ucrania está proporcionando a la gente materiales para reparar sus casas. También estamos distribuyendo kits de invierno que incluyen ropa de abrigo, mantas, calentadores y combustible. Depaul espera llegar a más de 6.000 hogares que, de otro modo, tendrían que enfrentarse a temperaturas brutales.

También estamos organizando la estancia de las familias en hoteles y albergues durante los meses de invierno. Este modelo se basa en el exitoso programa de Depaul Reino Unido que organizó la estancia de personas sin hogar en hoteles no utilizados durante la pandemia de la Covid. Seguiremos apoyando a estas familias para que consigan un alojamiento más permanente. Algunas de las familias a las que apoyamos están demasiado traumatizadas para abandonar sus refugios antibombas. Estamos trabajando con ellos para mejorar las condiciones dentro de los refugios antibombas, proporcionando calefactores y aseos, para que la gente no tenga que hacer sus necesidades fuera.

Es una situación terrible. Estoy hablando con muchas personas traumatizadas que no tienen mucha esperanza en el futuro. Se ha generado mucho dolor y sufrimiento en los últimos seis meses y ahora llega el invierno. Es muy importante que el mundo no se olvide de Ucrania.

Creo que la comunidad católica tiene un papel importante que desempeñar. Veo los resultados de la doctrina social de la iglesia católica en todo momento. La comunidad católica en Ucrania es relativamente pequeña, pero ha desempeñado un papel vital en la respuesta humanitaria. Al comienzo de la guerra, nuestros socios católicos locales vieron la tremenda necesidad y decidieron quedarse en Ucrania. Su fe les impulsa a ayudar a la gente.

Depaul cuenta con muchos voluntarios impulsados por su fe. Cuando estalló la guerra, una pareja católica se refugió en el sótano del centro vicenciano de Kiev. Les dimos comida porque lo habían perdido todo, pero también querían ayudar a otras personas. La pareja recorrió los pueblos de los alrededores de Kiev repartiendo alimentos. Estos valientes voluntarios son ahora miembros del personal de Depaul.

La gran mayoría de la financiación de nuestra respuesta a Ucrania procede de la comunidad católica, incluyendo organizaciones religiosas, escuelas y particulares. Gracias a nuestra asociación con la Agencia Católica para el Desarrollo en el Extranjero (CAFOD), estamos recibiendo fondos del Comité de Emergencia de Desastres (DEC). Mis oraciones están con todas las personas que nos recuerdan y apoyan.

En septiembre me reuní con el cardenal Konrad Krajewski en Odesa. El cardenal viajó a Ucrania en nombre del papa Francisco, para demostrar la cercanía del papa a Ucrania. Visitó algunos de los proyectos de Depaul y ayudó a distribuir ayuda humanitaria. Apreció nuestra amabilidad, y cómo ofrecemos nuestro tiempo para ayudar a los demás. El cardenal me contó que a menudo hablaba con el papa Francisco sobre nuestro trabajo y me dijo que el papa Francisco nos lo agradece.

Refugio de Kharkiv

El equipo de Depaul Ucrania ya está ayudando a muchas personas vulnerables. Estoy muy orgulloso de nuestro personal y voluntarios locales, que están trabajando en las circunstancias más difíciles. Sin embargo, a nuestro equipo le gustaría hacer más. Hemos lanzado un llamamiento de invierno, ya que cuanto más dinero recaudemos, más personas podremos ayudar. Si puede, considere la posibilidad de donar a nuestro llamamiento de invierno. Un donativo de 25 euros podría proporcionar a un niño alimentos nutricionalmente equilibrados suficientes para cinco días, mientras que 65 euros podrían equipar a una familia con un kit de supervivencia para el invierno que incluya artículos como mantas, ropa de invierno y combustible.

Puedes donar a nuestro trabajo en Ucrania: Depaul Ukraine Emergency Appeal – Depaul International (int.depaulcharity.org)

Por el P. Vitaliy Novak, presidente de Depaul Ucrania.
Fuente: https://int.depaulcharity.org/