Mientras continuamos ejercitando el distanciamiento físico, somos llamados a ser creativos en la forma en que podemos ir de «retiro» y conectarnos con comunidades llenas de fe.

Los Misioneros Laicos Vicentinos (VLM), el Cuerpo de Misiones Vicentinas (VMC) y el Centro de Jóvenes Adultos de San Vicente de Paúl (VSC) colaboraron para ofrecer un retiro de Cuaresma para los ex alumnos de los programas de jóvenes adultos de la Provincia de las Hijas de la Caridad de Santa Luisa. 12 ex alumnos de VLM, VMC y VSC Oeste (ahora parte de VMC) se han reunido una vez a la semana durante la Cuaresma en Zoom para rezar, reflexionar y hacer comunidad.

«Rara vez hago retiros por mí mismo. Sabía que necesitaba algo diferente para marcar la Cuaresma este año y recibir una invitación a este retiro me pareció providencial. Por supuesto, me encantaría reunirme en persona, pero un retiro virtual me permite conectar con gente que nunca habría hecho de otra manera», compartió Gino Altamura, un ex alumno del Cuerpo de Servicio Vicentino Oeste 2013-2014.

El tema del retiro fue «Cultivar y dejar ir». Cada semana se centró en los temas del desierto, el desarraigo, el cultivo y el dejar ir. El grupo reflexionó sobre cómo entrar en el desierto de la soledad y cultivarlo para convertirlo en un jardín de soledad. Un componente de justicia social se vinculó al tema, ya que el grupo aprendió sobre el encarcelamiento masivo en los Estados Unidos y se unieron al grupo oradores invitados de la Familia Vicentina que trabajan con personas que están o han estado encarceladas. A lo largo del tiempo que pasaron juntos, los participantes reflexionaron sobre el cultivo de la virtud dentro de nosotros mismos y con los demás, ya que estamos llamados a profundizar en nuestra relación con Dios para ofrecernos de verdad para ayudar a construir una comunidad de encuentro.

Gino habló de la creación de un espacio de retiro en su casa: «Me encanta haber creado mi propio espacio físico de retiro en casa. Lo había montado hace meses: es donde hago yoga, la iglesia virtual y las reuniones del grupo de hombres. Tengo unas luces que crean un ambiente realmente meditativo. Me encantó preparar el té porque es algo que hago para ayudar a crear un estado de ánimo; me encanta el vapor que se eleva como el incienso».

Los participantes compartieron una imagen de su espacio de retiro en sus casas.

Los participantes en el retiro recibieron un paquete con materiales que podían utilizar durante el tiempo que pasaran juntos para crear un ambiente de retiro en sus propias casas. Incluía bolsas de té, lápices de colores para hacer una reflexión artística con sor Angele Hinkey, HC, que compartió sobre su ministerio en la cárcel del condado de Cooks en Chicago, Illinois, y pegatinas de San Vicente y Santa Luisa. También incluyó papel para plantar y tierra que se utilizó para cultivar su propio jardín físico después de escribir una reflexión durante una sesión dirigida por la Casa Dismas, un proyecto de la Sociedad de San Vicente de Paúl de Long Island.

«Me ha encantado estar con antiguos alumnos de los programas vicentinos para jóvenes adultos. Nos une el tener una experiencia compartida de servicio y comunidad intencional y un amor por el carisma vicentino. Es genial poder seguir reflexionando sobre nuestras experiencias de nuestro tiempo con el programa, y cómo todos seguimos llevando eso con nosotros hoy», compartió Jordan Bouchard, Director de VLM y un ex alumno de VSC West 2013-2014 y VLM 2019.

Un participante compartió: «Todas estas semanas han sido sobre el encuentro para mí. ¿Cómo me encuentro a mí mismo en la soledad? ¿Cómo me encuentro con otros en la hospitalidad? ¿Cómo me encuentro con Dios?». Aunque no podamos estar juntos en persona, estamos llamados a encontrarnos con el Espíritu Santo de nuevas maneras durante esta época.