A pesar de la difícil situación ocasionada por la pandemia de la Covid-19, la provincia vietnamita de la Congregación para la Misión (también conocidos como «misioneros Paúles» o «Padres Lazaristas») sigue cosechando los frutos de una intensa pastoral vocacional. Esto se atestigua en las recientes celebraciones de la comunidad Vicentina en Vietnam este verano, generando una nueva esperanza para la misión evangelizadora.

Como ha comunicado la provincia de Vietnam a la Agencia Fides, el 22 de junio, en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Dalat, la casa madre de la Provincia vietnamita de la Congregación de la Misión, monseñor Dominique Nguyen Van Manh, Obispo de la Diócesis de Dalat, presidió una solemne concelebración para la ordenación sacerdotal de ocho diáconos paúles, en presencia de más de cien sacerdotes. «La ordenación sacerdotal es una sagrada celebración de alegría para toda la comunidad y toda la Iglesia, porque los sacerdotes son regalos de Dios», subrayó el obispo al principio de la misa. En su homilía, monseñor Nguyen Van Manh, dirigiéndose a los candidatos que pronto ordenaría, recordó las dos dimensiones del sacerdocio: estar con Dios y con el pueblo de Dios. Recordando que «san Pedro superó su debilidad a través del amor y el perdón de Jesús», el obispo subrayó que los sacerdotes son seres humanos que necesitan la gracia de Dios, especialmente en la tentación. «Sólo con la gracia de Dios y la oración pueden los sacerdotes permanecer fieles y vigilantes», recordó.

En la misma casa madre, el 24 de julio, monseñor Peter Nguyen Van Kham, obispo de la diócesis de My Tho, y el padre Peter Nguyen Cong Tuan, CM, Visitador de la Provincia de Vietnam de la Congregación de la Misión, fueron testigos de la profesión de votos perpetuos de once seminaristas, dentro de la Congregación de la Misión. Todos los presentes, más de cien cohermanos paúles, rezaron para que pronto fuesen ordenados diáconos. Además, el 7 de agosto, diez seminaristas pronunciaron con gozo sus «buenas intenciones», después de un año de noviciado. Al mismo tiempo, diecinueve jóvenes pidieron ser admitidos en el noviciado para aprender a vivir como discípulos de Jesús según el carisma de san Vicente de Paúl.

Los primeros misioneros paúles llegaron a Vietnam en 1952, y en 1955 se abrió la primera casa de la congregación en Dalat, dedicándose, entre otras cosas, a la misión entre los indígenas llamados «montagnards». Hoy, los lazaristas tienen una provincia autónoma en Vietnam, dividida en dos regiones, Dalat y Saigón, compuesta por 91 sacerdotes, y unos 20 hermanos laicos y seminaristas. Cabe señalar que las tres primeras Hijas de la Caridad francesas llegaron al país en 1928, trayendo a Vietnam el carisma de san Vicente en la evangelización y el servicio a los pobres.

La Congregación de la Misión (CM), fue fundada por san Vicente de Paul en 1625. Sus miembros son, en algunos lugares, llamados «lazaristas» en referncia al Priorato de San Lázaro en París, donde se alojaron en un principio. Se les conoce como «vicentinos» en los países de habla inglesa. Actualmente los misioneros paúles en el mundo son más de tres mil, divididos en más de quinientas comunidades locales, en noventa y un países, en cinco continentes.

La Congregación de la Misión es una «sociedad de vida apostólica» compuesta por sacerdotes y hermanos, consagrada a la evangelización de los pobres, a través de los votos. Las actividades principales de sus miembros son las misiones populares, la formación de sacerdotes y laicos, los retiros espirituales, la formación en seminarios, la misión Ad Gentes y el servicio concreto a los pobres.

(EG-PA) (Agenzia Fides 27/8/2020)