¡El cambio es posible!
Bhoke Mwita comenzó a ejercer como mutiladora de niñas en 2008. Lo comenzó a hacer cuando, tras mucho tiempo de estar enferma, se reunió con los líderes tradicionales y estos le dijeron que los ancestros querían que fuese mutiladora. Si no lo hacía, ella continuaría enferma y finalmente moriría.
Durante las sesiones de concientización, el equipo de TFGM (Terminación de la mutilación genital femenina) se reunió con Bhoke para rescatarla de su situación. Al principio le fue muy difícil creer lo que estaban diciendo, especialmente porque esperaba ganar dinero con las mutilaciones genitales femeninas. Fue un desafío para el equipo de TFGM rescatar a esta mutiladora y convencerla de que dejara de cortar a las chicas. Pero, después de varias visitas, comprendió los efectos negativos de la mutilación: ¡estaba convencida y decidió dejar de hacerlo!
Debido a que este había sido su únido modo de ganarse la vida, Bhoke le pidió al equipo de TFGM que la ayudara a encontrar una actividad alternativa para ganar dinero. Ella estaba entre las 40 ex-mutiladoras que asistieron al Centro de Formación Profesional Rubondo en Biharamulo, donde pudo aprender el oficio de sastrería. Cuando regresó, era costurera profesional.
Pero cuando los ancianos tradicionales vieron a Bhoke, se enojaron con ella diciendo que los traicionó al no mutilar a las niñas. Le dijeron que nunca lograría el éxito en su vida, ya que había ido en contra de sus antepasados. Bhoke tenía miedo y comenzó a temblar; entonces decidió regresar a la oficina de TFGM para recibir más soporte. Se la alentó a ser fuerte y no a seguir las órdenes de los líderes tradicionales. Le dieron una máquina de coser y algunos materiales de costura. Bhoke estaba muy feliz al recibir la máquina, pero cuando regresó a casa, los líderes tradicionales la asustaron nuevamente y le dijeron que nunca ganaría nada como costurera.
Marillosamente, y a pesar de las advertencias de los líderes, muchas personas acudieron a Bhoke en busca de sus servicios como costurera. Bhoke ahora tiene un taller donde gana suficiente dinero para mantener a su familia. Ella es verdaderamente un modelo de cambio y hoy educa a otras mutiladoras sobre los peligros de esta práctica tradicional.
Fuente: http://www.daughtersips.org/
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