La peregrinación nacional, con el lema «Siguiendo el camino de los mártires», se celebró el 13 de mayo de 2017, y ha sido en Croacia el evento central del 400 aniversario de la Familia Vicenciana.

Reunió a miembros de las siete ramas de la Familia Vicenciana en Croacia e incluyó una peregrinación a la tumba de una mártir Vicenciano, Sr. Žarka Ivasić en Gospić, que pertenecía a las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl – Zagreb. También los peregrinos visitaron la Iglesia de los Mártires Croatas en Udbina, que es un santuario nacional. Miembros de la Familia Vicenciana de la vecina Bosnia y Herzegovina y Francia también participaron en el evento.

El carisma vicenciano ha estado presente en Croacia desde 1845, cuando las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl llegaron a Zagreb. Un breve relato histórico del desarrollo del carisma, desde entonces, se presentó durante la conferencia celebrada en Udbina y se dio un enfoque específico a cómo viven la realidad del carisma hoy en día las distintas ramas. También se introdujo el megaproyecto vicenciano centrado en la falta de vivienda, así como la invitación al simposio en Roma en octubre. La peregrinación concluyó con la celebración eucarística.

El P. Tomaž Mavrič, Superior General, expresó su alegría y apoyo al crecimiento de la Familia Vicenciana en Croacia en una carta que fue leída durante la conferencia:

Roma, 06/05/2017

A todos los miembros de la Familia Vicenciana en Croacia.

Queridos hermanos y hermanas,

Con enorme alegría y felicidad les saludo a todos ustedes que hoy, 13 de mayo de 2017, están participando en la peregrinación a la tumba de la mártir Sor Žarka Ivasić, Hermana de la Caridad de San Vicente de Paúl, asesinada en mayo de 1946, que sirvió incansablemente a los pobres, enfermos y heridos durante la II Guerra Mundial.

A través de ustedes también doy mi más cordial saludo a todos los demás miembros de la Familia Vicenciana que no pudieron participar en la peregrinación de hoy.

La Familia Vicenciana en Croacia está compuesta actualmente por las Hijas de la Caridad, las Hermanas de María de la Medalla Milagrosa, las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, las Misioneras de San Vicente de Paúl, la Juventud Mariana Vicenciana, la Sociedad de San Vicente de Paul y Depaul Croacia.

Este año celebramos el 400 Aniversario del Carisma Vicenciano.

¡Es un año de Gracia para todos nosotros!

Es un año en el que podemos crecer aún más como familia, conocernos mejor, profundizar nuestra colaboración, orar, aprender, servir y soñar juntos.

Si una persona sueña sola, su sueño sigue siendo un sueño, si soñamos juntos, ¡el sueño se convierte en una realidad!

Cada rama tiene su propia identidad, pero pertenecemos a la misma familia, ¡tenemos la misma Espiritualidad, el mismo Carisma!

Este año jubilar es también una maravillosa oportunidad de reunir aun más nuestros dones y talentos dados por Dios, poniéndolos al servicio de proyectos comunes a nivel local, nacional e internacional.

Nuestra Identidad Vicenciana, nuestra Espiritualidad Vicenciana, nuestro Carisma Vicenciano nos llaman a seguir los pasos de san Vicente de Paúl, que estuvo totalmente imbuido por Jesús, el Evangelizador de los Pobres.

Vicente de Paúl vio y conoció a Jesús en los Pobres y los Pobres en Jesús.

Vicente de Paúl no caminó solo, sino que invitó y atrajo, en todo este período de 400 años, a millones de seguidores, colaboradores hasta hoy, personas que estaban y están completamente empapadas por el amor hacia los Pobres, el amor hacia Jesús en los Pobres, el amor hacia los Pobres en Jesús.

Vicente de Paúl a menudo enfatizó que el amor necesita ser afectivo pero también efectivo.

Ver a Jesús en los Pobres y a los Pobres en Jesús es lo que hace nuestro amor afectivo.

Colaborar, orar, reflexionar, planear y actuar juntos, es lo que hace que nuestro amor sea efectivo.

Una de las iniciativas en este Año Jubilar del 400 Aniversario del Carisma Vicenciano es el Simposio Mundial de la Familia Vicenciana, del 13 al 15 de octubre en Roma.

El evento de tres días incluirá muchos actos para diferentes grupos lingüísticos, la juventud, para jóvenes de ambos sexos que se preparan para la vida consagrada, la vigilia nocturna con el Papa Francisco, la Eucaristía de clausura.

Quisiera aprovechar esta oportunidad para invitarles y animarles a hacer todo lo posible para participar en el simposio, organizarse como una rama o como Familia Vicenciana en su conjunto, para reunirse en Roma para el simposio.

A participar en el simposio también están invitados todos aquellos que no pertenecen oficialmente a una rama o grupo específico de la Familia Vicenciana, sino que se sienten cerca del Carisma y Espiritualidad de San Vicente de Paúl: parroquias, escuelas, colaboradores de diferentes proyectos o otros grupos o individuos.

Rezo y espero poder reunirme con todos en octubre en Roma, para pasar estos tres hermosos días juntos.

Sigamos orando unos por otros, y soñemos juntos, para que nuestros sueños se conviertan en realidad.

¡Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, ruega por nosotros!
¡San Vicente de Paúl, ruega por nosotros!
¡Sor Žarka Ivasić, ruega por nosotros!
¡Todos los beatos y santos de la Familia Vicenciana, rogad por nosotros!

Tomaž Mavrič, C.M.
Superior General

ŽARKA IVASIĆ, SC

Sor Žarka Julijana Ivasić nació el 18 de noviembre de 1908 en Krašić, donde vivió antes de entrar en el Convento de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl en Zagreb, en 1931.

El crecimiento de la fe de Julijana y su elección de una vocación religiosa estaban firmemente arraigadas en la fe que presenció entre sus padres, su familia y su parroquia. Al elegir su vocación, Julijana siguió el ejemplo de su hermana mayor Terezija (Hermana Hildeberta) y muchas otras chicas locales.

Julijana recibió el nombre religioso de Sor Žarka al ingresar al noviciado en 1932 e hizo sus votos perpetuos en 1936.

El servicio de la hermana Žarka a Dios y a la humanidad se expresó principalmente en su ministerio a los enfermos. Después de servir en los hospitales de Gračac, Banja Luka y Petrinja, trabajó en el hospital de Otočac de 1939 a 1943.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el hospital de Otočac fue atrapado en medio del torbellino del conflicto militar. Sus pacientes vinieron de distintos entornos incluyendo a combatientes de las varias facciones que guerreaban. La hermana Žarka se esforzó en tratar a todos por igual, sin prejuicios, de acuerdo con su vocación de Hermana de la Caridad, que incluia dar testimonio de Jesucristo amando a todo ser humano. Sin embargo, esta fue la razón por la cual las autoridades comunistas acusaron a la hermana Žarka y la sentenciaron a muerte por ahorcamiento.

Una petición de su Orden de que la condena se conmutase a una pena menor sólo logró alterar el método de ejecución, de modo que el 16 de mayo de 1946 la hermana Žarka fue ejecutada por un pelotón de fusilamiento en Gospić. Se encuentra enterrada cerca de la capilla de Santa María Magdalena en el cementerio de Gospić.

Sus últimos días en la prisión de Gospić, y la manera como fue a su muerte, dejó a muchos testigos con imágenes de una cristiana valiente y devota, una monja que se enfrentó a la muerte con una fe inquebrantable en el Señor. Las voces que dieron testimonio de la muerte martirial de la hermana Žarka continúan viviendo, inspirando la fe cristiana y el amor al prójimo.

Oración

Oh Señor, Padre compasivo,
que nos has enseñado a través de tu Hijo
que toda tu ley
consiste en el mandamiento
de amarte a ti y a nuestro prójimo,
y que en tu sierva, la hermana Žarka,
nos has dado un modelo de servicio dedicado
a los pobres y enfermos
hasta incluso la muerte en el martirio,
concédenos a través de su intercesión
que merezcamos el gozo de la vida eterna
amándote por encima de todas las cosas
y a nuestro prójimo como a nosotros mismos,
por Cristo, nuestro Señor. Amén.