Miembros de la Familia Vicenciana en la Conferencia de las Naciones Unidas DPI / NGO en Gyeongju, Corea del Sur – 19 participantes de Corea del Sur, Filipinas, Francia, Irlanda, Colombia, Estados Unidos y la India

Sor Teresa Kotturan escribe: «Por primera vez en la historia de la ONU, tiene lugar en Asia la 66ª Conferencia del Departamento de Información Pública y ONGs. Se organiza en colaboración con la comunidad de ONGs, el gobierno de la República de Corea y un comité organizador nacional.»

Está organizada en el contexto de la Agenda 2030 para Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG), con la meta prioritaria 4: «Garantizar una educación de calidad y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos». La educación es un derecho humano y es esencial para el bienestar y la dignidad para todas las personas. Vivimos en un mundo cada vez más interconectado, donde los desafíos globales cruzan las fronteras nacionales y nos conciernen a todos. La educación para la ciudadanía global es fundamental para lograr el desarrollo sostenible. La educación es un punto de partida para la participación de las ONGs en todo el mundo para la implementación de los SDG.

«La ciudadanía global ya no es un ideal, más bien un requisito para la creación de un mundo justo y pacífico, ambientalmente sostenible, de sociedades interconectadas.» Para lograr esta nueva perspectiva, se pide un cambio de paradigma en la educación y se requiere el examen de los tres pilares de i) la educación formal, ii) la educación no formal y la formación y iii) la promoción y la información pública para corregir desigualdades de género, capacidad, sociales, económicas y de otro tipo, que crean y perpetúan la marginación y obstaculizan el logro del Objetivo 4.

La Educación para la Ciudadanía Global:

• Se centra en una nueva comprensión del mundo y de nuestro lugar en él; nuestra identidad primaria es que los seres humanos.
• Pone énfasis en las relaciones entre los individuos, las comunidades, instituciones, comunidades, estados, la humanidad y el planeta —para crear un sentido de solidaridad.
• Juega un papel activo en la creación de un mundo más pacífico, tolerante, inclusivo y seguro.
• Administración de la tierra —la ecología integral—; reverencia por el parentesco interdependiente de toda la vida.

Los valores que han de ser inculcados a través de la educación para la ciudadanía global son la comprensión, el respeto, la tolerancia, la amistad, la paz, la no violencia, los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos. Su objetivo es facultar a los estudiantes a asumir un papel activo para hacer frente a los desafíos globales y convertirse en contribuyentes a un mundo más pacífico, justo y sostenible en el que nadie se quede atrás.

La Conferencia tuvo más de 2.500 participantes de 100 países. Se podría decir que el 75% de los participantes eran de Corea del Sur, con una gran presencia de juventud.

Fue muy alentador escuchar el discurso de apertura del Secretario General, Ban Ki Moon, que se centró en las ONGs. «Esta es una poderosa reunión de representantes de organizaciones no gubernamentales, u ONGs. Ustedes tienen un impacto tan positivo —en mi opinión, las ONGs que realmente destacan como «redes de oportunidades globales». Las ONGs son las vanguardias de la acción internacional… Necesitamos de los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Sin la participación de las organizaciones no gubernamentales y grupos de la sociedad civil, ninguna iniciativa, por visionaria que sea, es posible o puede alcanzarse plenamente. Esa es una valiosa lección que he aprendido. Soy un firme creyente en las ONGs; constantemente llamo a los gobiernos a ampliar el espacio, sea político, económico, o social para que las ONGs trabajen libremente, sin obstáculos».

También dijo que «la educación es fundamental para nutrir a los ciudadanos del mundo a que puedan enfrentarse a los desafíos del siglo XXI». Estaba contento de ver que una cuarta parte de los 2500 participantes eran jóvenes. Les instó a tener sueños y pasión, «pasión acompañada de compasión, preocupándose por los demás». Hizo un llamado a todos a tomar la visión de la agenda 2030 hacia todas las personas, especialmente a las mujeres que luchan por la igualdad, las familias que sufren discriminación, a las comunidades afectadas por desastres; para proporcionar una vida digna para todos.

En la Conferencia de los participantes estaban involucrados en mesas redondas, eventos paralelos y reuniones en el ayuntamiento y trabajar en un plan de acción para dar a conocer en todo el mundo acerca de los objetivos del desarrollo sostenible y cómo la educación puede convertirse en una plataforma para implementarlo. Puede leer el plan de acción de Gyeongju aquí: http://outreach.un.org/ngorelations/files/2016/05/FinalAA.pdf. Una afirmación clave de los planes de acción dice así: «Además de la alfabetización, la educación debe avanzar la causa de la ciudadanía global que: promueve el desarrollo integral de la persona emocional, ético, intelectual, física, social y espiritualmente; imbuida de una comprensión de nuestros derechos, funciones y responsabilidades para el bien común de servicio a la humanidad y el avance de una cultura de paz, la no violencia, la libertad, la justicia y la igualdad.

Esto es lo que el Papa Francisco nos dice en Laudato Si sobre la educación: «La educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza» (nº 215).

Este nuevo plan de acción es un medio concreto para la participación de las ONGs en la aplicación de los ODS a través de la meta 4.7: «Para 2030, garantizar que todos los estudiantes adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, en particular mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios.».

Después leer el plan de acción de Gyeongju, asegúrese de hacer su propio plan de acción para los próximos años, para su participación personal en la aplicación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Es un programa universal para «no dejar a nadie atrás.»