Las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida son una comunidad internacional fundada el 11 de abril de 1799 por Juana Antida Thouret. A la edad de 22 años, y después de tener una visión de unas manos que llegaban hasta ella a través de una rejilla de claustro, Juana Antida decidió unirse a una comunidad que combinara la oración, la vida comunitaria y el ministerio a los pobres. Eran las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Durante la Revolución Francesa, la Compañía fue disuelta y las hermanas enviadas de regreso a sus lugares de origen. Juana Antida se unió a otros grupos de religiosos, pero ninguno de ellos respondió a sus necesidades. Fue invitada de nuevo a Besancon, para empezar a trabajar entre la gente de su diócesis. Estuvo de acuerdo y, el 11 de abril, abrió una escuela gratuita para la educación de las niñas. También visitó a los enfermos y abrió un comedor para alimentar a los pobres.

Este legado continúa hasta nuestros días, a medida que las hermanas siguen respondiendo al clamor de los pobres. Las circunstancias políticas y la historia durante la época de Juana Antida provocaron una separación dentro de la Congregación, con un Superior General en Roma y otro en Besançon. Sin embargo, nadie realmente se resignó a esta separación. Desde la muerte de Juana Antida, los contactos entre Roma y Besançon nunca faltaron, así como sugerencias para unir nuevamente las dos ramas. Sin embargo, un largo recorrido fue necesario a lo largo de los años con el fin de llegar a una unidad oficial. Fue a principios del siglo XX que las Hermanas de la Caridad dejaron Europa hacia otros continentes con el fin de responder a las llamadas de la Iglesia (especialmente durante el Concilio Vaticano II) o cuando eran desafiadas por los acontecimientos políticos y sociales (América Latina, Pakistán, Indonesia, Sudán, India, Vietnam, etc.).

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