“Fui forastero y me acogisteis…”
Mes de mayo: Dar trabajo al desempleado
En este mes de mayo de 2017, cuando estamos viviendo y celebrando los 400 años del carisma vicenciano, nuestra “mirada vicenciana” se detiene y fija muy atentamente sus ojos en uno de los mayores problemas de la sociedad mundial: el desempleo, el paro obrero, la desocupación forzada y forzosa… Un drama terrible que destruye a las personas, que desestructura a las familias, que desestabiliza a la sociedad entera. Un drama que dura muchísimos años, demasiados años, y que da la impresión de que no termina nunca, no se arregla nunca, se ha convertido en un cáncer enquistado en lo más profundo de la sociedad. El carisma vicenciano nos pide, nos exige detener un momento nuestra mirada, nuestra mente, nuestro corazón, y reflexionar sobre este drama terrible del desempleo. Evitando que nuestros ojos se acostumbren a este drama y nuestro corazón se vuelva insensible.
ABRIR LOS OJOS… A LOS DESEMPLEADOS
- El principal problema de mi país es el desempleo y el desempleo de los jóvenes.
- El trabajar cuesta, pero cuesta más el no trabajar.
- Busco trabajo. Necesito un trabajillo, de lo que sea.
- ¡Un trabajillo, por favor, aunque sea morder la pared con los dientes!
- “Cuando uno se queja de su trabajo, que lo pongan a no hacer nada”. (Blaise Pascal)
- Tener un trabajo es tener un tesoro. ¿Te imaginas a ti mismo sin tener trabajo?
- Ni estudiar, ni trabajar… destroza mi vida, mis ilusiones, mi familia, mis amistades.
- Todas las personas tienen derecho al trabajo: es un derecho universal.
- Trabajo digno y estable; y no empleo precario y sumergido.
- Trabajo humano, no de esclavos: sin contrato, sin seguro, sin derechos.
- Salario justo, familiar y no sueldo de miseria, para no llegar a fin de mes.
MIRANDO CON OJOS NUEVOS
– Éxodo 6, 9: Moisés comunicó esto a los israelitas, pero no le hicieron caso, porque estaban agobiados por el durísimo trabajo.
– Deuteronomio 5, 14: El día séptimo es día de descanso dedicado al Señor, tu Dios. No harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo… ni el inmigrante que viva en tus ciudades.
– Jeremías 22, 13: ¡Ay del que hace trabajar de balde a su prójimo sin pagarle el salario!
– Mateo 20, 7: Nadie nos ha contratado. Y él les dice: Id también vosotros a mi viña.
– Juan 5, 17: Mi Padre trabaja siempre y yo también trabajo.
– Juan 6, 28: Le preguntaron: ¿Qué hemos de hacer para trabajar en las obras de Dios?
-2 Tesalonicenses 3, 10: Quien se niega a trabajar que tampoco coma. (vv. 8-13).
– Una visión cristiana del trabajo: Laborem exercens (Juan Pablo II, 1981).
MIRANDO EL PROPIO CORAZÓN
Preguntas necesarias (aunque molestas) para un verdadero trabajador (y cristiano):
- ¿Prefieres un trabajo o dinero fácil,… que te toque la bonoloto?
- ¿Trabajas dignamente o eres un parásito que vive del cuento?
- ¿Trabajas honestamente o consientes la corrupción en ti y a tu lado?
- ¿Qué injusticias existen en tu ambiente de trabajo y tú las permites?
- ¿Para quién trabajas, sólo para ti? ¿A quiénes beneficia tu trabajo?
- ¿Ayudas a tus hijos en sus trabajos? ¿Y a tus compañeros?
- Tratemos de trabajar mucho para hacer mucho bien. (San Juan Bosco).
MATERIALES DE INSPIRACIÓN:
* Canciones: — M. Sosa: Cuánto trabajo. https://www.youtube.com/watch?v=9FmronoTqMY — A. Cortez, Pobrecito mi patrón. https://www.youtube.com/watch?v=RA8PcqAE2Rw
* Pensamientos y frases sobre el trabajo: http://www.pensamientos.org/pensamientostrabajo.htm
* Película: En busca de la felicidad / The pursuit of Happyness (USA, 2006).
* Video para niños: La cigarra y la hormiga: https://www.youtube.com/watch?v=E7oi8QvsAus
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