Desde muy temprano del domingo 25 de septiembre de 2016, en una fresca mañana que el Señor nos ha concedido, empezaron a llegar desde todas partes de El Salvador, los vicentinos para el encuentro nacional. Como ha de ser y, para dar ejemplo, miembros del consejo de la Familia Vicentina de El Salvador (FAVISAL) junto con JMV de San Salvador desde las siete de la mañana ya en el lugar de encuentro dando la bienvenida a los hermanos que iban llegando. La cita se nos dio en el Centro Escolar Hogar Del Niño en San Jacinto, San Salvador.
Junto con la inscripción cada persona recibió un sabroso y calientito café con su respectivo pan dulce. Qué a gusto nos lo tomamos, nadie se preocupó del ayuno eucarístico aunque inmediatamente después celebramos la Santa Misa, pero era necesario por las horas de viaje.
No sé si por mantener la continuidad o porque somos fieles a la tradición que maestro de ceremonia fue el mismo del año pasado; También el coro, los cantos, el sacerdote celebrante, en fin es la misma familia que se reúne año con año (sólo el local cambió pero a tan solo unos metros).
Cuando el nuestros teléfonos celulares marcaron las 8:45 am (porque los relojes de pulsera han perdido popularidad) comenzó el maestro de ceremonia llamando a todos a ocupar los asientos para dar inicio con la agenda del día. Ya todos sentados escuchamos el solemne saludo protocolario de parte de la presidenta Rosa María Araujo; saludó a todos, no se olvidó de los que desde la distancia nos acompañan, sobretodo de los superiores de nuestra familia vicentina.
La eucaristía presidida por el Padre Francisco Ramos y con la participación de las diferentes ramas de FAVISAL se celebró en el mismo salón donde nos reunimos. Usando las lecturas del día como lo manda la liturgia al ser domingo celebramos nuestra fe cristiana. En la homilía el padre Ramos dijo que no es casualidad las lecturas de hoy: están en comunión con el carisma vicentino, la sensibilidad del pobre y la denuncia del mal uso de la riqueza. Con esto hizo una invitación a toda FAVISAL a servir con amor en nuestras obras. Recordando que tantos Santos y padres de la Iglesia han enseñado que al final de la vida nos examinaran del amor.
Las 10:20 am un receso para seguir saludándonos y repartiendo abrazos por la alegría de estar juntos nuevamente. Momento también para disfrutar un delicioso refrigerio. A las 10:50 se nos hizo el llamado para volver a los lugares para el tema.
A las 11:00 am Julio Castellanos impartió el tema “400 años de la Familia Vicentina”. Consistió en compartir en una breve biografía de San Vicente de Paul hasta la fundación de las cofradías de la Caridad, hoy AIC (Asociación Internacional de Caridades) el 25 de enero de 1617. Luego una reflexión del Padre Ramos sobre juzgar. Terminó la intervención proponiendo que se haga un libro con cantos a San Vicente de Paul para que conozcamos más sobre la familia Vicentina.
11:55 pasamos a formar grupos por diócesis de El Salvador para preparar la celebración de los 400 años de la Familia Vicentina. No hubo muchos compromisos, sin embargo se sembró la semilla de celebrar debidamente los 400 años de nuestro carisma ganado el jubileo que se concede a los “hijos de San Vicente y Santa Luisa de Marillac.
Ya pasadas las 12 del medio día JMV presentó en forma de teatro los santos vicentinos, a la 1:00 pm terminó esta piadosa y graciosa presentación donde cada santo de vicentino habló en primera persona teniendo al papa Francisco como moderador. No cabe duda que se las ingenian en caer bien.
El consejo de FAVISAL en la persona de Blanquita dio unas palabras de despedida y un pequeño presente al Padre Ramos que ha recibido el destino misionero de ir a Guatemala. Despedimos al vicepresidente que en los últimos años ha servido y animado las diferentes ramas. Le deseamos lo mejor en el servicio a los pobres en su nueva misión.
Terminamos nuestro encuentro con un sabroso almuerzo a las 13 horas con 5 minutos. Y mientras terminamos de comer nos vamos despidiendo poco a poco y tomando el camino para seguir en nuestras actividades en cada uno de nuestro lugares en favor de Cristo el evangelizador de los pobres.
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