En París, el Parlamento registra las cartas con las que el rey Luis XIV confirma el establecimiento de los Sacerdotes de la Misión en el seminario de Chartres, conforme a la voluntad del obispo del lugar, Fernando de Neufville. Entre los superiores que dirigirán esta casa hasta la Revolución se sucederán dos futuros superiores generales: Nicolás Pierron en 1694 y Juan Bonnet en 1697.