FOLLEVILLE Y CHATILLON: 
Origen del Binomio Caridad – Misión.
P. Rolando Gutiérrez C.M.
Vice- Provincia de Costa Rica.

Lectio Vicentiana: febrero 2017.

I. Momento de Comprender:

El carisma de los vicentinos está fundamentado sobre dos pilares que le han dado origen en 1617 y que cuatrocientos años más tarde siguen siendo las dos caras de su bandera: misión y caridad.

Corrían los primeros días de enero cuando la Señora de Gondi, a quien pertenecían las tierras de Folleville, se hizo acompañar del preceptor de sus hijos para visitar sus dominios. Estando allí, Vicente de Paúl fue llamado para asistir a un campesino anciano que se encontraba en su lecho de muerte en el pueblo de Gannes, a unos 13 kilómetros del Castillo de Folleville. Aquella habitación tenía la apariencia de muerte en el rostro del enfermo, pero la vida de un nuevo carisma estaba naciendo en el corazón de Vicente al percatarse del abandono espiritual de pobre pueblo del campo. La tranquilidad con que llegó a esas tierras ya no era la misma en el alma de Vicente. De esta necesidad vino, pocos días más tarde, el Primer Sermón de la Misión:

Era el mes de enero de 1617 cuando sucedió esto; y el día de la conversión de san Pablo,que es el 25, esta señora me pidió, dijo el padre Vicente, que tuviera un sermón en la iglesia de Folleville para exhortar a sus habitantes a la confesión general. Así lo hice: les hablé de su importancia y utilidad, y luego les enseñé la manera de hacerlo debidamente. Y Dios tuvo tanto aprecio de la confianza y de la buena fe de aquella señora (pues el gran número y la enormidad de mis pecados hubieran impedido el fruto de aquella acción), que bendijo mis palabras y todas aquellas gentes se vieron tan tocadas de Dios que acudieron a hacer su confesión general… Aquel fue el primer sermón de la Misión y el éxito que Dios le dio el día de la conversión de san Pablo: Dios hizo esto no sin sus designios en tal día… (S.V.P. XI, 700).

Conocemos bien lo que sucederá en los próximos meses, la fuga de Vicente de la casa de los Gondi en la que vivía desde 1613, pues ahora tanta comodidad le incomodaba, y su llegada a la abandonada Parroquia de Chatillón- Les- Dombes de la que fue nombrado cura párroco el 29 de julio y tomó posesión el 1 de agosto. Este fue el segundo escenario en el que se dio plenitud a lo que había nacido meses atrás en Folleville.

Uno de los primeros domingos del nuevo párroco, suponemos que el 20 de agosto, poco antes de iniciar la Misa, nuevamente una mujer, la señora de Chaissagne, enteró a Vicente de la pobreza y abandono de una familia enferma. Los dotes naturales del santo y la gracia de Dios movieron los corazones en la homilía al punto que la caridad en abundancia no se hizo esperar, pero la respuesta del pueblo no era del todo satisfactoria para el párroco, faltaba organización.

Así, el 23 de agosto de 1617 nació la primera Cofradía de la Caridad con dos fines bien claros: ayudar al cuerpo y al alma (de los pobres enfermos); al cuerpo dando alimentos, cuidándolos y al alma disponiéndoles a bien morir a los que están para ello o a vivir cristianamente si se curan (S.V.P. X, 567).

Los siguientes cuarenta y tres años de vida de San Vicente de Paúl estarán marcados por aquellos dos acontecimientos, Folleville, el inicio de la Misión y Chatillón, el comienzo de la Caridad organizada. Dos escenarios distintos, pero con una necesidad en común, la pobreza; un mismo corazón de pastor que se deja interpelar por sus ovejas, Margarita de Silly y la Señora de Chaissagne, una misma respuesta que vence el egoísmo y la comodidad para entregarse al servicio de los pobres.

1617 representa, por tanto, el año del amor inventivo, la caridad que no puede ya permanecer ociosa, sino que se concretiza en la mística de la acción; la misión siempre creativa de quien ha pasado por Folleville y Chatillón y no puede ya seguir viviendo tranquilo entre sus comodidades egoístas.

II. Momento de Contemplar:

De lo que hemos leído y de lo que ya conocemos detengámonos a contemplar las escenas de Folleville y Chatillón. Conviene centrarse en una de las dos. ¿Qué es lo que más me llama la atención de ese acontecimiento? ¿Qué momento me confronta más en mi compromiso como vicentino? ¿Qué causa en mi corazón la necesidad que vio San Vicente y en qué coincide con nuestros forasteros de hoy?

Se recomienda leer un capítulo de alguna biografía, o de las obras completas de San Vicente XI, 698 – 700 y/o IX, 232-233.

III. Momento de Meditar:

Viendo mi camino de dentro de la familia vicentina trato con toda calma de identificar, para luego compartir en grupo:

  1. La necesidad que un día me trajo a formar parte de este carisma: ¿Cuál ha sido mi “enfermo moribundo” o mi “familia pobre – enferma”? ¿Mi “Folleville” o mi “Chatillon”?
  2. El medio que me interpela una y otra vez para seguir comprometido en la obra de misión- caridad: ¿Cuál es mi Margarita de Silly, o mi Señora de Chaissagne?
  3. Cuál es mi respuesta compromiso con los pobres. ¿Soy capaz de vencer el egoísmo y la comodidad o me conformo con llevar un simple título de “vicentino” sin acción ?

IV. Momento de Comprometernos:

Celebramos cuatrocientos años de los acontecimientos de Folleville y Chatillón no como un recuerdo festivo solamente sino como una fuente de renovación; por eso en esta segunda Lectio Vicentiana proponemos que, siguiendo con el ejercicio del árbol del compromiso, en esta ocasión cada uno comparta lo que ha meditado para elaborar un compromiso comunitario. Quizá podríamos preguntarnos en grupo: ¿Cómo hacer del 2017 el año de la caridad inventiva como lo fue el 1617?

 

Señor, Padre Misericordioso,
que suscitaste en San Vicente de Paúl
una gran inquietud
por la evangelización de los pobres,
infunde tu Espíritu
en los corazones de sus seguidores.
Que, al escuchar hoy
el clamor de tus hijos abandonados,
acudamos diligentes en su ayuda
“como quien corre a apagar un fuego”.
Aviva en nosotros la llama del carisma
que desde hace 400 años
anima nuestra vida misionera.
Te lo pedimos por tu Hijo,
“el Evangelizador de los pobres”,
Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Congregación de la misión- Costa rica: www.vicentinoscr.com


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