Federico Ozanam advertía contra la desesperación en tiempos de inestabilidad, abogando por una esperanza firme que resista la pusilanimidad que puede desembocar en la inacción y la decadencia de la sociedad. Basada en esta esperanza, la Sociedad de San Vicente de Paúl insiste no sólo en la ayuda material, sino también en la amistad, la comprensión y el amor como verdaderas garantías de éxito y transformación.
