Hemos despertado y reforzado los sentimientos de unidad, de prudencia, de compromiso y amor a los demás.

Hemos despertado y reforzado los sentimientos de unidad, de prudencia, de compromiso y amor a los demás.
Esta pandemia nos está haciendo ser más solidarios con los que la están padeciendo, así como con los fallecidos y sus familiares.
Hemos experimentado, aun contando con la intensa comunicación que hemos mantenido (teléfono, video llamadas, internet,….), soledad y aislamiento. Nuestra naturaleza relacional exige la presencia viva y real.
¿Qué cosas nuevas hemos descubierto sobre nosotros mismos, especialmente con respecto a nuestra familia, nuestro trabajo en colaboración, nuestra auto-reflexión y nuestro instinto de supervivencia? ¿Cómo nos ha afectado esta pandemia… cómo ha afectado a nuestros hermanos y hermanas necesitados?
La dedicación del personal del hospital hace que los milagros sucedan. ¡Roger, David y Oliver ahora pueden caminar!
El rostro del covid-19 es también el rostro de la solidaridad. Este letal virus ha despertado entre la gente de la comunidad una red de solidaridad.
¿Qué estamos aprendiendo? A no perder de vista los riesgos y nuestra dependencia absoluta de Dios, a aprovechar al máximo nuestros días de vida, y que estos días los utilicemos para dar más amor a los nuestros y a los demás. Y a prescindir de lo que no es importante.
En este momento difícil también hemos visto personas que llevan sus cicatrices con dignidad; personas que han sufrido, pero que siguen sonriendo; personas que sufren escasez de todo, pero que siguen siendo amables; personas que están decepcionadas, pero que siguen mostrando su buen corazón.
Los cristianos no vivimos aisladamente nuestra fe: nuestra relación con Dios pasa indefectiblemente por nuestra relación con el hermano.
Hoy, más que nunca, necesitamos gente que, a ejemplo de sor Margarita Naseau, primera Hija de la Caridad, esté dispuesta servir a los pobres y enfermos con la audacia y el coraje de esta sencilla mujer de campo.
Te invito a dedicar un tiempo a examinar el liderazgo en todos los niveles, durante esta pandemia.
Rezo y pido al Padre Todopoderoso que ayude a tantos pobres sin hogar, o en hogares en malas condiciones, a encontrar amigos que los acojan.