La inclusión es un principio fundamental que promueve la igualdad, la justicia social y la dignidad humana, garantizando que todas las personas, independientemente de su origen o capacidad, sean valoradas, respetadas y tengan las mismas oportunidades de participar en la sociedad. Arraigada en tradiciones éticas, morales y religiosas, la inclusión requiere esfuerzos activos a nivel individual, institucional y gubernamental para desmantelar barreras, fomentar la pertenencia y defender a los grupos marginados en ámbitos como la educación, el lugar de trabajo, las políticas públicas y la justicia global.
