“Te cantaremos, Señor, delante de tus ángeles”
Dan 7, 9-10. 13-14 ó Ap 12, 7-12; Sal 137; Jn 1, 47-51.
Hoy tenemos una excelente noticia. Con Jesús tenemos muchos ángeles. Son seres puramente espirituales que actúan en la tierra. Ellos ¡siempre nos han ayudado!, particularmente Miguel, Gabriel y Rafael.
Pero desde la concepción de María Santísima y el nacimiento de Jesús su presencia se ha intensificado mucho. ¿Dónde están? ¡Pues aquí! ¿No se les ve? ¡Ah!, ahí está lo bueno: no tienen cuerpo, con lo cual pueden tener un «pie» puesto en el cielo y otro en la tierra (mejor aún: un pie a tu lado, incluso dentro de tu corazón).
No hay personas más fáciles de contactar: les hablas directamente, ¡y ya está! («plan sin límites», sin costo ni datos).
Así, Gabriel, Miguel y Rafael aparecen en la Biblia como presencia de Dios dentro de la historia y llevando a los hombres las comunicaciones divinas que, mediante su presencia y sus acciones, cambian decisivamente nuestras vidas. Alaban a Dios y sirven a la humanidad. Aprendamos de ellos.
San Vicente de Paúl nos dice: “El bien no hace ruido, el ruido no hace bien”.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Arturo García Fonseca, C.M.













0 comentarios