El 1 de septiembre de 2024, la AIC lanzó una campaña internacional de plantación de árboles, invitando a cada una de sus 56 asociaciones miembros a participar. El objetivo: plantar al menos un árbol por país, con el fin de contribuir a la protección del planeta y a la mejora de la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras. La fecha se eligió para que coincidiera con el inicio del “Tiempo de la Creación”, una celebración iniciada por el Papa Francisco en 2019, en la que se invita a los cristianos de todo el mundo a unirse, cada año, del 1 de septiembre al 4 de octubre, para cuidar la Tierra, nuestra “casa común”.

Numerosos grupos de voluntarios se han sumado a la campaña de plantación de la AIC, eligiendo el período de plantación más propicio en su región y árboles adaptados al clima local. Las plantaciones han dado lugar a colaboraciones con residentes, autoridades locales, escuelas, una empresa o también otras ramas de la Familia Vicentina, tales como las Hijas de la Caridad. En total, 20 grupos de la AIC en 15 países y en cuatro continentes han participado en la campaña. Un año de plantaciones en imágenes:

En la India, voluntarias de la AIC decidieron plantar bananos y papayos en huertos creados anteriormente en Kerala y Bangalore, donde ya cultivan judías, calabazas hiedras y pepinos culebras. Así como la plantación de árboles, que absorben CO₂ de la atmósfera y contribuyen así a combatir el calentamiento global, el cultivo de hortalizas propias tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Permite a las voluntarias y a sus destinatarios consumir más alimentos locales y de temporada, lo que ayuda a reducir las emisiones de CO₂ relacionadas con el transporte de alimentos.

En Indonesia y Japón, la campaña de plantación dio lugar a colaboraciones con las Hijas de la Caridad. En Wakayama, Japón, las voluntarias plantaron un caqui en el jardín de las Hijas de la Caridad en junio de 2025. Las voluntarias de Surabaya, en Indonesia, plantaron 75 árboles frutales (naranjos, aguacates, durianos y papayos), también en el jardín de las Hijas de la Caridad, en noviembre de 2024. Desde entonces, los residentes locales participan activamente en el mantenimiento de las plantaciones. La cosecha se utilizará, en particular, para la producción de una bebida a base de plantas, comercializada en el mercado local.

En Vietnam, las voluntarias de Buôn Ma Thuột han integrado la plantación de árboles en su nuevo jardín de plantas medicinales tradicionales, creado en marzo de 2025. El objetivo del proyecto es ofrecer una farmacopea local a la comunidad y sensibilizar a las personas vulnerables y a los ancianos sobre la protección de la naturaleza y el uso cotidiano de las plantas medicinales (limoncillo, jengibre, cúrcuma, albahaca, centella asiática, crinum latifolium, etc.). Los árboles completarán el jardín produciendo frutos y creando sombra.

En Laos, las voluntarias aprovecharon el jardín de una voluntaria de Vientiane para plantar una decena de árboles frutales (bananos, mangos, chirimoyas y papayas) en agosto de 2025. La voluntaria y su marido se encargarán de cuidarlos y el resto del grupo tiene previsto seguir el crecimiento de las plantaciones mediante visitas periódicas.

Con motivo de su 75º aniversario, celebrado en junio de 2025, la AIC Filipinas invitó a todos sus grupos locales a plantar árboles frutales entre el 1 de septiembre de 2024 y el 1 de septiembre de 2025. Los grupos de la ciudad de Naga y de la provincia de Quezon respondieron a esta convocatoria plantando cocoteros, rambutanes, limoneros, mangos, aguacates, durianos, papayas y hortalizas.

En Brasil, el programa “Medio millón de árboles para Curitiba” tiene como objetivo plantar 500 000 árboles en esta ciudad durante los próximos cuatro años, con el fin de luchar contra el calentamiento global. En el marco de este programa, las voluntarias de la AIC del grupo Santa Luisa y sus destinatarios plantaron árboles a orillas del río Beléma en agosto de 2025. Las especies autóctonas utilizadas, como el pino del Paraná, ayudan a prevenir la erosión que sufre la ribera durante las fuertes lluvias. Más información sobre el programa (en portugués).

En San José, la AIC Costa Rica cuenta con un centro especializado que acompaña a niños y jóvenes en sus estudios para evitar el abandono escolar. El centro no dispone de espacio suficiente para plantar árboles, pero la campaña animó a las voluntarias a sensibilizar a los niños y jóvenes sobre los retos medioambientales y sociales, confiándoles plantación y el cuidado de plantas.

En Panamá, motivados por esta campaña, las voluntarias decidieron plantar árboles frutales, así como hortalizas y flores (lorito, guaba de machete e iris Reina Isabel) en las casas de voluntarios y donantes que disponen de terrenos. En El Salvador, diez voluntarias y diez alumnos plantaron una quincena de almendros, limoneros, árboles frutales y ornamentales.

Las voluntarias de México participaron activamente en la campaña de plantación de árboles:

• En Durango, las voluntarias plantaron árboles frutales y hortalizas en el centro vicentino de Anawim y en el centro Sagrado Corazón de Jesús con los niños. Les enseñaron a cuidar las plantas, les explicaron las propiedades de las plantas, los fertilizantes y los insecticidas naturales, y les enseñaron a hacer compost.
• Las voluntarias de AIC de Tuxpam también aprovecharon la oportunidad de las plantaciones para enseñar nuevas habilidades a los jóvenes. Plantaron 80 árboles (lluvia de oro, cedro, palo de rosa, framboyán, maracuyá) en dos escuelas a partir de noviembre de 2024. Los jóvenes y sus profesores se encargan de regar las plantas y fertilizar el suelo. Las voluntarias también plantaron seis palmeras y dos lichis en el jardín del centro San Vicente de Paul y siguen de cerca su crecimiento.
• En la ciudad de Querétaro, voluntarias plantaron jacarandas en parques públicos, y árboles frutales como aguacates, mangos y guayabas.
• Las voluntarias del Centro Vicentino de Teziutlan han colaborado con una empresa textil local. Con el fin de reducir su impacto medioambiental, la empresa ha creado un vivero de árboles que reutiliza envases de plástico para plantar semillas. Las voluntarias de la AIC participaron en la recogida de envases para el vivero y, en agradecimiento, fueron invitadas a su inauguración en julio de 2025 y recibieron una donación de 10 plantones de pinos patula. Las voluntarias decidieron distribuirlos entre los participantes de su taller de tejido que desearan plantarlos.
• En Boca del Río-Veracruz, las voluntarias tienen previsto plantar aguacates y orégano en su Centro Vicentino, actualmente en proceso de renovación. Los aguacates producirán frutos y harán que el espacio sea más agradable al crear sombra. El orégano se podrá compartir con los niños, a quienes las voluntarias también quieren enseñar a cuidar las plantas.

En Madagascar, en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 y el 12 de marzo de 2025, ocho voluntarias de la ciudad de Manakara, junto con un centenar de madres destinatarias de proyectos, plantaron cerca de 600 árboles. El Ministerio de Medio Ambiente les proporcionó plántulas de eucalipto y café, y cada participante también aportó árboles frutales.

En Yaundé, Camerún, una quincena de voluntarias de la AIC, junto con ingenieros y técnicos agrícolas, crearon ya en 2022 un vivero de árboles frutales (aguacates, ciruelos, naranjos y mandarinos), destinados a mejorar las condiciones de vida de las personas mayores vulnerables, las personas sin recursos y/o con discapacidad. Hasta la fecha, los voluntarios siguen manteniendo el vivero.

La plantación de árboles tiene muchas ventajas en una gran metrópolis como Londres, entre ellas la mejora de la calidad del aire, pero encontrar un lugar adecuado puede ser todo un reto. Afortunadamente, las voluntarias de la AIC Reino Unido pudieron utilizar el jardín de la Casa Provincial de las Hijas de la Caridad para plantar un madroño, que podrán ver crecer durante sus visitas para sus reuniones y retiros.

Para el voluntariado de Santander, en España, las plantaciones fueron una oportunidad para crear una colaboración con su ayuntamiento. Este les permitió plantar, en octubre de 2024, seis avellanos en un parque público con la ayuda de los destinatarios del proyecto “Cocina económica” de las Hijas de la Caridad (ver el vídeo). Los voluntarios del grupo Nuestra Señora de Altagracia en Manzanares-Ciudad Real también participaron en la campaña plantando un naranjo en su terreno.

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Otros voluntarios de la AIC han anunciado haber iniciado o programado acciones para sumarse a esta campaña y estamos deseando recibir noticias suyas. Esperamos que todas estas acciones inspiren a muchos otros voluntarios de la red AIC a plantar árboles o a poner en marcha nuevas acciones en favor del desarrollo sostenible, para que cada miembro de la AIC realice actos concretos para cuidar mejor de la Tierra, nuestra Casa Común.