“Derramaré un espíritu de gracia y de súplica“

Zac 12, 10-11; 13. 1; Sal 62; Gal 3, 26-29; Lc 9, 18-24.

El profeta Zacarías anuncia al pueblo de Israel un oráculo: “…derramaré un espíritu de gracia y de súplica” profetizando acerca de la pasión y muerte de Jesús, éste nos prepara para el anuncio del evangelio en el que el mismo Jesús nos pregunta: Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo? Pedro respondió: “Tú eres el Mesías de Dios”, el respondió en base al tiempo que tenía conviviendo con Jesús diariamente, 24/7, se dice hoy en día. Ahora la respuesta está en cada uno de nosotros. Para ello cada uno se basará en la experiencia de vida que ha tenido hasta el día de hoy, en el tipo de relación ha tenido con Jesús y con los demás.

Así como el profeta Zacarías recibía la Palabra de Dios en la oración, así también nosotros solo en la oración podremos encontrar y ofrecer una respuesta a Jesús y a su pregunta.

El 13 de mayo de 2020 el Papa Francisco en su catequesis nos dijo: “La oración del cristiano entra en relación con el Dios del rostro más tierno, que no quiere infundir ningún miedo a los hombres”. “Dios es el amigo, el aliado, el cónyuge. En la oración se puede establecer una relación de confianza con Él”.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Sor Alicia Margarita Cortés C. H.C.