Jesús es la Palabra de Dios hecha carne. Y habita él con los demás para que los con hambre y sed se sacien de las palabras y la carne de él.
Regresan los Doce de su misión y cuentan a Jesús todo lo que han hecho. Él, a su vez, se los lleva a solas a Betsaida. Y añade Marcos que quiere Jesús que ellos descansen un poco. Se ve él, pues, atento a lo que Les falta a los demás.
Pero al momento viene la gente. Y el les habla él del reino de Dios y sana a los enfermos. Se ve, pues, una vez más atento a lo que les faltan a los demás.
Por lo visto, también los Doce saben lo que necesitan los demás. Después de todo, dicen a Jesús que la gente habrá de comer y alojarse. Por lo tanto, le piden que despida a la gente, pues no quieren ser responsables de los demás.
Mas Jesús no los quiere a los Doce no responsables. Es por eso que les dice él: «Dadles vosotros de comer». Pero, ¿cómo lo podrán hacer si tienen cinco panes y dos peces no más? ¿Habrán de ir a comprar de comer para más de cinco mil?
Pero al momento, Jesús les trae la paz y el orden y hace lo que le toca. Preside él la cena y los deja así vislumbrar el festín en el monte del Señor: toma los cinco panes y dos peces, mira al cielo, pronuncia la bendición sobre ellos y los parte. Luego, se los da a los discípulos para que se los sirvan a la gente. Comen todos y se sacian.
Con todo, no dice ningún relato cómo se multiplican los panes y los peces. Nos toca no más fiarnos de Jesús, de su atención y su cuidado. Y buscar cómo amar a los demás de forma inventiva (SV.ES XI:65). Para lograr responder a sus necesidades.
Señor Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, haz que escuchemos tu Buena Noticia, estemos en comunión contigo, inhalemos y exhalemos tú aliento de vida, y oremos y obremos contigo para construir un mundo digno de Los humanos. Danos fuerza para poder entregar nuestro cuerpo y derramar nuestra sangre por los demás. No nos bastará así con darles cosas. Y enséñanos a respetarlos y escucharles y a atender a cada uno de ellos en su situación o condición.
22 Junio 2025
Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (C)
Gén 14, 18-20; 1 Cor 11, 23-26; Lc 9, 11b-17
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