Campaña «Bajad las armas»: Religiosas católicas se movilizan contra la violencia armada en Baltimore

por | Jun 9, 2025 | Noticias | 0 Comentarios

En el marco del Mes de Concienciación sobre la Violencia con Armas, ocho congregaciones de religiosas católicas de la zona de Baltimore, Estados Unidos, han puesto en marcha una campaña audaz y oportuna para hacer frente a la epidemia de violencia con armas: «Bajad las armas. Que la paz comience por nosotros». La iniciativa transforma los autobuses urbanos y los vagones del metro en vallas publicitarias móviles en favor de la paz, en las que se pide a los residentes de Baltimore que rompan el ciclo de la violencia e imaginen un futuro más compasivo.

Un mensaje que recorre las calles

Durante todo el mes de junio, los usuarios del transporte público de Baltimore se encontrarán con impactantes imágenes y mensajes tanto en el interior como en el exterior de los autobuses y vagones de metro. El mensaje central de la campaña es un llamamiento claro y urgente: «Bajad las armas. Que la paz comience por nosotros».

El diseño de la campaña tiene como objetivo llegar al mayor número de personas posible a través del transporte público. «Se consigue más impacto en los autobuses y el metro que con vallas publicitarias fijas —explica la hermana Simone Blanchard, directora de la Oficina de Justicia, Paz e Integridad de la Creación de las Hermanas del Buen Socorro de Estados Unidos—. No es solo una declaración. Es una presencia visible de la fe que clama por la paz».

Las llamativas imágenes sirven tanto de denuncia como de llamada a la esperanza, enfrentando a los residentes de Baltimore a una realidad que muchos conocen demasiado bien.

La fe en primera línea

La campaña es fruto de la colaboración entre ocho congregaciones religiosas católicas. Liderada por las Hermanas de Bon Secours, la alianza incluye a:

  • Hermanas Benedictinas del Monasterio Emmanuel de Baltimore
  • Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl – Provincia de Santa Luisa
  • Las Ayudantes de la Misión del Sagrado Corazón
  • Las Hermanas Oblatas de la Providencia
  • Las Hermanas Escolares de Notre Dame – Provincia Atlántico Medio Oeste
  • Las Hermanas de la Misericordia de las Américas
  • Las Hermanas de Notre Dame de Namur – Provincia Este-Oeste de los Estados Unidos

Estas congregaciones están profundamente arraigadas en los barrios de Baltimore y llevan décadas, a veces siglos, de misión y ministerio en comunidades desfavorecidas. «Somos mujeres de oración y servicio —dijo la hermana Elaine Davia, líder de área de las Hermanas de Bon Secours—. A través de esta campaña, esperamos ser una presencia visible y activa en la ciudad, pidiendo el fin de la violencia sin sentido que se cobra tantas vidas, especialmente entre los jóvenes».

La iniciativa no es solo un llamamiento público al cambio, sino también un acto de testimonio profundamente personal. Sor Pat Dowling, una hermana de Bon Secours que vive en el oeste de Baltimore, afirma: «Oír disparos forma parte de mi vida. He oído disparar a personas. He visto el impacto. Me he sentado con familias que han perdido a sus hijos. Para nosotras no es una cuestión abstracta, está sucediendo delante de nuestras puertas».

Congregaciones católicas del área de Baltimore se unen a las Hermanas de Bon Secours, que organizaron una campaña publicitaria titulada «Bajad las armas. Que la paz comience por nosotros». De izquierda a derecha: Hno. Ryan Roberts, Hermanos de la Misericordia de América; Hna. Judy Waldt y Hna. Marilyn Dunphy, Ayudantes de la Misión del Sagrado Corazón; Kathryn Yanik, Hermanas de Notre Dame de Namur; Hna. Nancy Glynn, Hermanas de Bon Secours; Hna. Mary Jo Stein, Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, Provincia de Santa Luisa; Hna. Pat Dowling, Hermanas de Bon Secours; Hna. Patricia Kirk y sor Jo-El McLaughlin, Hermanas Benedictinas del Monasterio Emmanuel de Baltimore; sor Elaine Davia, Hermanas de Bon Secours; sor Patricia Phillips y sor Jacinta Fernandes, Hermanas Benedictinas del Monasterio Emmanuel de Baltimore; Simone Blanchard, directora de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, Hermanas de Bon Secours. (Cortesía de las Hermanas de Bon Secours)

Una ciudad aún en proceso de sanación

Baltimore ha visto algunos signos alentadores este año. Durante los primeros cinco meses de 2025, la ciudad registró una disminución de casi el 24% en los homicidios y 40 tiroteos no mortales menos en comparación con el mismo período de 2024. Aun así, las hermanas dicen que el progreso es débil y corre peligro de desmoronarse.

Una de las preocupaciones es la posible expiración de las subvenciones federales que financian programas vitales de prevención de la violencia. Otra es la presión en el Congreso para que se apliquen leyes nacionales de porte de armas sin permiso, lo que socavaría las medidas de seguridad sobre armas a nivel estatal.

«Nuestra preocupación no es solo por las cifras —dijo la hermana Mary Jo Stein, de las Hijas de la Caridad—, sino también el trauma que representan estas cifras: las vidas perdidas, las familias destrozadas, los barrios secuestrados por el miedo».

Una respuesta desde el Evangelio

Las hermanas afirman que la campaña se basa en la Doctrina Social de la Iglesia y en su compromiso común con la dignidad de toda persona humana. «Creemos en el carácter sagrado de la vida», afirma la hermana Simone Blanchard. «Como religiosas católicas, nuestra fe nos impulsa a alzar la voz. No podemos permanecer en silencio mientras nuestros hijos mueren».

El mensaje de paz no se limita al ámbito visual. Cada anuncio de autobús incluye un código QR que enlaza con una página web donde se recogen oraciones por las víctimas, sugerencias prácticas para la participación de la comunidad y formas de promover la reforma política a través de la Oficina de Vida, Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Baltimore.

Con la esperanza de que haya solo uno

Las hermanas lo tienen claro: no esperan un cambio de la noche a la mañana. Pero sí creen en el efecto dominó de las acciones sencillas. «Si tan solo una persona ve esto y decide no empuñar un arma… si una familia habla de la no violencia en la mesa… si un líder municipal se siente apoyado para tomar medidas, ya habremos triunfado», afirma la hermana Pat Dowling.

Su mensaje es tanto una súplica como una promesa: la paz es posible y comienza con cada uno de nosotros.

Unidos en favor de la paz

Lo que hace que esta campaña sea especialmente poderosa es su unidad. En una época de fragmentación social y división política, ocho congregaciones distintas se han unido para proclamar un mensaje claro: ya basta.

«No se trata de política. Se trata de vida —dijo la hermana Elaine Davia—. Nuestra colaboración demuestra que cuando nos unimos más allá de nuestras diferencias, podemos amplificar nuestras voces y convertirnos en una fuerza para un cambio real y duradero».

La campaña «Bajad las armas» es más que una iniciativa de marketing: es una oración en movimiento, un acto público de dolor y un desafío a la conciencia de la ciudad. A través de imágenes impactantes, mensajes claros y un testimonio conjunto, estas hermanas católicas están mostrando lo que significa vivir el Evangelio en acción.

En su voz colectiva resuena una profunda esperanza: que al crear conciencia, suscitar el diálogo y hacer un llamamiento a la compasión, esta campaña pueda ayudar a sanar heridas, salvar vidas y construir un Baltimore donde la paz no sea la excepción, sino la norma.

A medida que los autobuses recorren las calles de Baltimore, también lo hace una verdad simple pero radical: «Que la paz comience por nosotros».

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