Jesús es la Buena Noticia a los pobres en persona.  Por lo tanto, él los busca y ellos, a su vez, no le dejan de escuchar y seguir. 

Dice Jesús que conoce a sus ovejas y ellas no le pueden sino escuchar y seguir.   Y esto se les dirige a los líderes religiosos judíos.

Por lo visto, le tratan de escuchar y seguir, pero no captan lo que él dice y hace.  Pues aún se preguntan de la identidad de él.  Y creen que ya es hora de que se les aclare todo.  Por lo tanto, lo rodean y le piden que le diga bien claro si él es el Mesías.

Contesta Jesús que el problema no es que él no se lo haya dicho.  Se lo ha dicho él; sus obras son sus credenciales también.  El problema es la falta de fe.  Y no creen, pues no son ellos de las ovejas de él.

Todo esto tiene lugar mientras pasea Jesús por el pórtico de Salomón, dentro del recinto del templo.  Allí, los que celebran la fiesta de la Dedicación se protegen de los vientos fríos del desierto.

La fiesta conmemora la derrota que infligieron los judíos a los gentiles.  Estos buscaban suprimir la identidad y la cultura judías.  Celebran, pues, los judíos la particularidad y la exclusividad, y proclaman «nosotros-contra-los-demás».

El Buen Pastor, en cambio, habla de otras ovejas que son de otro redil.  También a ellas las traerá el Buen Pastor.  Ellas le van a escuchar y seguir, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor.  Después de todo, él es luz para alumbrar a los gentiles y gloria del pueblo Israel.  Jesús, pues, acoge a todos.

Por lo tanto, escuchar y seguir a Jesús es ir y hacer discípulos de todas las naciones, razas, pueblos, lenguas.  Lo que quiere decir que a él se le ha de escuchar y seguir en cuanto al dar la vida por las ovejas.

Señor Jesús, concédenos saberte escuchar y seguir hasta entregar nuestro cuerpo y derramar nuestra sangre.  Y haz que vayamos por toda la tierra para hacer lo que hiciste (SV.ES XI:553) y seamos luz de los gentiles y anunciemos la Buena Noticia a los pobres.  Ayúdanos a captar y vivir la verdadera inclusión.  Que todos seamos uno, como tú y el Padre sois uno.

11 Mayo 2025
4º Domingo de Pascua (C)
Hch 13, 14. 43-52; Apoc 7, 9. 14b-17; Jn 10, 27-30