El Papa Francisco siempre manifestó un afecto especial y una profunda admiración por la misión de la Sociedad de San Vicente de Paúl. En el siguiente vídeo podrás conocer un poco mejor el fuerte vínculo del Santo Padre con los vicentinos, su constante atención a los más pobres y excluidos, y los notables encuentros que han fortalecido todavía más esta relación a lo largo de su pontificado.
A través de anécdotas conmovedoras y gestos de sencillez y cercanía, vemos cómo el Papa Francisco inspiró e impulsó el carisma vicenciano, manteniendo viva la llama del servicio a los necesitados.
Déjese tocar por esta historia de fe, compromiso y amor al prójimo que se relata en el siguiente video, producido por Jornalismo Canção Nova, cuya línea editorial está «al servicio de la vida y de la esperanza». La misión de evangelizar, también a través de la práctica periodística, se realiza por radio, TV e internet, cubriendo las actividades de la Iglesia Católica y los principales temas de actualidad.
El video está en portugués, pero a continuación del mismo hay una transcripción en español:
El Papa Francisco siempre ha valorado el papel de la Sociedad de San Vicente de Paúl en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Este vínculo se vio reforzado a lo largo de su pontificado, con encuentros e impulsos a la misión vicentina en todo el mundo.
Como Jesús, el Papa Francisco siempre miró con compasión a los más pobres y excluidos. Renato Lima, que fue presidente internacional de la Sociedad de San Vicente de Paúl, vivió momentos inolvidables junto al Santo Padre. Uno de ellos fue en Buenos Aires, cuando Francisco era cardenal: «El taxi me dejó delante de la Curia de Buenos Aires. ¿Quién me espera en la escalinata? Precisamente él, de pie. No envió a su secretario, no envió a un ayudante. Estaba allí y me dijo: Sr. Renato, ha venido a verme, pero voy a Santo Domingo a una reunión urgente, así que no podré recibirle. Pero he llamado al obispo auxiliar, que es mucho mejor que yo».
El Santo Padre se mostró muy cercano a los vicentinos, una sociedad que trabaja en favor de los marginados. En 2016, el Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Pobres, que demuestra su profunda preocupación por los más necesitados.
Renato relata cómo durante las reuniones que mantuvo mientras fue presidente de los vicentinos, se evidenció el cariño, el apoyo y el genuino interés de Francisco por las acciones que llevaban a cabo: «Tiene mucho que ver con el trabajo vicentino, el mensaje del Papa Francisco, por ejemplo, sobre los refugiados, los migrantes, las familias desempleadas, la salud mental…»
Cuando se le preguntó por las conversaciones que mantenía con el Papa, Renato reveló la estrategia que utilizaba para pasar más tiempo con él: «Siempre me servía de una técnica para hablar con él o, al menos, para pasar más tiempo con él durante el momento del besamanos. Le hablaba de fútbol. Un brasileño y un argentino siempre tienen esa conexión futbolística. Utilicé mucho esta estrategia y por eso pude hablar mucho más tiempo que las otras personas que estaban a mi lado».
Su mano tendida al prójimo, su humildad, su alegría. El Papa deja un legado inolvidable.
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