Contemplación: El medio es el mensaje

por | Abr 25, 2025 | Formación, Sociedad de San Vicente de Paúl | 0 Comentarios

Este artículo apareció originalmente en ssvpusa.org

En un libro publicado en 1964, Marshall McLuhan concluía diciendo que «el medio es el mensaje». En otras palabras, para comprender plenamente un mensaje, hay que entender el medio por el que se ha transmitido. Quizá por eso, desde el momento de la creación, Dios ha elegido distintos medios para hablarnos. Lo hizo a través de los profetas, lo hizo desde las cumbres de las montañas (Éxodo 19), lo hizo a través de las tempestades (Génesis 7,6) y la destrucción (Génesis 19), e incluso lo hizo en un susurro suave (1 Reyes, 19,12). Pero parecía que seguíamos sin entender. ¡Qué frustrado debía de estar con sus hijos!

Así que eligió una nueva forma de instruirnos. En lugar de convocarnos de nuevo a la montaña, vino a nosotros. Se vistió con el manto de la humanidad y se hizo uno de nosotros. Él, el Señor Todopoderoso, vino a sus humildes criaturas, y no vino como un rey o un gobernante, sino como un hombre humilde y común. Como dijo una vez el Beato Federico, el que «regeneró el mundo oculto es una persona divina que estuvo oculta durante treinta años en el taller de un carpintero». [24ª conferencia en Lyon].

Si no escuchamos al Padre, ¿a quién podríamos escuchar mejor que a uno como nosotros, a uno que comparte nuestro sufrimiento, a uno que no viene a ser servido, sino a servir? ¿Alguien que nos ama más allá de toda razón?

Los compañeros sansimonianos de Federico en la Conferencia de Historia creían firmemente que su manera de entender el progreso científico, de planificar la vida de los demás, podía conducir a la perfectibilidad de las vidas materiales. Al retar a Federico a mostrar las bondades de la Iglesia, su misma confianza en que podían ser algo más que carpinteros, en que podían ser arquitectos, fue lo que reveló a Federico la respuesta a su desafío: «Debemos hacer lo que sea más agradable a Dios… Vayamos a los pobres» [Baunard, 65].

Y así, entonces como ahora, acudimos al prójimo, no como asistentes sociales o maestros, no como arquitectos, sino como carpinteros, no como extraños, sino como amigos. Acudimos a ellos en sus casas, en la calle, en los hospitales, en las cárceles o en las residencias de ancianos. «De esta manera explica el Consejo General de la Sociedad de San Vicente de Paúl— se hace evidente el contraste entre el ofrecimiento de la Sociedad de ayudar tendiendo la mano, en un espíritu de amor y amistad, y la actividad estatal que exige que los pobres vayan a ciertos lugares en busca de ayuda» [Comentario a la Regla y Estatutos, p. 84].

A primera vista, nuestro mensaje a los pobres puede aparentar ser asistencia para el pago del alquiler o de los servicios públicos, ayuda para solicitar un empleo o para reparar el coche, o «cualquier forma de ayuda destinada a aliviar el sufrimiento o la privación y a fomentar la dignidad y la integridad humana, en todas sus dimensiones», porque «ninguna obra de caridad es ajena a la Sociedad» [Regla, Parte I, 1.3].

Pero nuestro mensaje genuino, transmitido por alguien que no viene a ser servido, sino a servir, se entiende mejor comprendiendo el medio, y como en el caso del Verbo Encarnado, nuestro medio es el amor.

Contemplar

¿Qué puedo hacer para que mi mensaje al prójimo sea un mensaje de amor?

Por Timothy Williams
Director Senior de Formación y Desarrollo de Liderazgo
Sociedad de San Vicente de Paúl USA.

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

homeless alliance
VinFlix
VFO logo

Archivo mensual

Categorías

FAMVIN

GRATIS
VER