Retiro Espiritual para la Semana Santa 2025: Viernes Santo

Andrés Felipe Rojas, CM
18 abril, 2025

Retiro Espiritual para la Semana Santa 2025: Viernes Santo

por | Abr 18, 2025 | Formación, Reflexiones | 1 Comentario

Viernes Santo

“En San Juan, la hora es la glorificación de Jesucristo presentado como el Rey de los Judíos en el trono de la cruz. Su manifestación o revelación gloriosa al mundo es el lugar donde las tinieblas quedan vencidas.”

Hoy, en el Viernes Santo, contemplamos el sacrificio de Jesús, el crucificado, y su glorificación en la cruz, la hora de nuestra salvación.


1. Introducción

En este Viernes Santo, nos detenemos ante el misterio de la cruz. Allí, en el dolor y la humillación, Cristo se glorifica. Él se presenta como el Rey de los Judíos en el trono de su cruz, y en ese momento de aparente derrota, se revela su victoria sobre el pecado y la muerte.

Hoy meditamos sobre el sufrimiento redentor de Cristo, y cómo ese sufrimiento nos llama a una transformación profunda. En la cruz, Jesús no solo sufrió por nosotros, sino que, en su sufrimiento, nos enseña a vivir el amor más grande: el amor que se entrega sin reservas, el amor que vence las tinieblas.


2. Reflexión bíblica: El sufrimiento y la glorificación de Jesús

“Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí.” (Jn 12,32)

En este Viernes Santo, somos llamados a contemplar a Jesús en la cruz, donde la humanidad experimenta el más profundo misterio de amor. A través de su sacrificio, Él toma sobre sí nuestro pecado y nos ofrece la salvación.

“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” (Lc 23,46)

Estas palabras de Jesús al morir en la cruz revelan su total confianza en el Padre. En su muerte, Él se entrega completamente, dejando un modelo de entrega y confianza en la voluntad de Dios.

La cruz, símbolo de dolor y sufrimiento, se convierte en el lugar de nuestra salvación. Hoy la luz vence a las tinieblas, no porque la cruz sea un triunfo humano, sino porque es el triunfo de Dios sobre el pecado y la muerte.


3. Poemas de Gabriela Mistral para meditar

Poema 1: “¡De qué quiere Usted la imagen?”

Este poema de Gabriela Mistral nos invita a buscar la imagen viva de Cristo no en maderas ni estatuas, sino en la carne y hueso de los pobres y los sufrientes. La verdadera imagen de Jesús se encuentra en los que sufren y están abandonados. En esta meditación, el llamado es a mirar al crucificado en los lugares donde Él sigue sufriendo hoy.

“…mejor busque entre los pobres
Su imagen de carne y hueso!”

Este verso nos recuerda que, al mirar a los más necesitados, allí está Jesús. La cruz nos llama a no quedarnos en la apariencia, sino a vivir el amor que se da a los demás, especialmente a los que más sufren.

¡De qué quiere Usted la imagen?
Preguntó el imaginero:
Tenemos santos de pino,
Hay imágenes de yeso,
Mire este Cristo yacente,
Madera de puro cedro,
Depende de quién la encarga,
Una familia o un templo,
O si el único objetivo
Es ponerla en un museo.
Déjeme, pues, que le explique,
Lo que de verdad deseo.
Yo necesito una imagen
De Jesús El Galileo,
Que refleje su fracaso
Intentando un mundo nuevo,
Que conmueva las conciencias
Y cambie los pensamientos,
Yo no la quiero encerrada
En iglesias y conventos.
Ni en casa de una familia
Para presidir sus rezos,
No es para llevarla en andas
Cargada por costaleros,
Yo quiero una imagen viva
De un Jesús Hombre sufriendo,
Que ilumine a quien la mire
El corazón y el cerebro.
Que den ganas de bajarlo
De su cruz y del tormento,
Y quien contemple esa imagen
No quede mirando un muerto,
Ni que con ojos de artista
Solo contemple un objeto,
Ante el que exclame admirado
¡Qué torturado mas bello!
Perdóneme si le digo,
Responde el imaginero,
Que aquí no hallará seguro
La imagen del Nazareno.
Vaya a buscarla en las calles
Entre las gentes sin techo,
En hospicios y hospitales
Donde haya gente muriendo
En los centros de acogida
En que abandonan a viejos,
En el pueblo marginado,
Entre los niños hambrientos,
En mujeres maltratadas,
En personas sin empleo.
Pero la imagen de Cristo
No la busque en los museos,
No la busque en las estatuas,
En los altares y templos.
Ni siga en las procesiones
Los pasos del Nazareno,
No la busque de madera,
De bronce de piedra o yeso,
¡mejor busque entre los pobres
Su imagen de carne y hueso!


Poema 2: “Poema a la Cruz”

En este poema, Mistral reflexiona sobre el sufrimiento de Cristo en la cruz y su propio dolor ante la imagen del Salvador. La cruz, que simboliza tanto la desolación como la esperanza, nos invita a ver en el sufrimiento de Jesús el camino hacia la salvación.

“El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada.
Estar aquí junto a tu imagen muerta
e ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta.”

El dolor no es un fin en sí mismo, sino una puerta sagrada hacia la vida. Este poema nos invita a entender el dolor desde la perspectiva del sacrificio de Cristo, un dolor que nos libera y nos lleva a una reconciliación con Dios.

En esta tarde, Cristo del Calvario,
vine a rogarte por mi carne enferma;
pero, al verte, mis ojos van y vienen
de mi cuerpo a tu cuerpo con vergüenza.
¿Cómo quejarme de mis pies cansados,
cuando veo los tuyos destrozados?
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,
cuando las tuyas están llenas de heridas?
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,
cuando en la cruz alzado y solo estás?
¿Cómo explicarte que no tengo amor,
cuando tienes rasgado el corazón?
Ahora ya no me acuerdo de nada,
huyeron de mi todas mis dolencias.

El ímpetu del ruego que traía
se me ahoga en la boca pedigüeña.
Y sólo pido no pedirte nada.
Estar aquí junto a tu imagen muerta
e ir aprendiendo que el dolor es sólo
la llave santa de tu santa puerta».


4. Canto de meditación: Víctor Manuelle – “Si Volviera Jesús”

Este canto nos invita a meditar profundamente sobre el sufrimiento y la muerte de Jesús. A través de la letra de la canción, somos invitados a reflexionar sobre lo que significa para nosotros la cruz y el amor de Cristo.

Escuchar este canto puede ayudarnos a entrar en oración y sentir el dolor de Cristo en nuestras vidas y en el mundo.

Escúchalo aquí:


5. Preguntas para la reflexión personal o grupal

  1. ¿Cómo vivo yo el misterio de la cruz?
  2. ¿Qué significa para mí el sufrimiento redentor de Cristo?
  3. ¿En qué áreas de mi vida debo vivir más profundamente la entrega y el sacrificio por los demás?
  4. ¿Cómo puedo ver a Cristo hoy en los que sufren a mi alrededor?
  5. ¿Qué transformación trae la cruz a mi vida?

6. Oración final: “Señor, dame la gracia de vivir el sacrificio”

Señor Jesucristo,
Hoy, en este Viernes Santo, te contemplamos en la cruz, donde entregaste tu vida por nosotros.
En tu sacrificio, encontramos la redención, y en tu amor, el camino de la salvación.
Te damos gracias por tu entrega y te pedimos que nos ayudes a vivir tu amor en nuestra vida diaria.
Abre nuestros ojos para que, al mirar a los que sufren, veamos tu rostro y te sigamos con generosidad.
En esta tarde, queremos acompañarte en tu dolor y aprender de ti que el amor se da sin reservas, que la cruz es la llave santa hacia la vida eterna.
Te lo pedimos, Señor, en tu santo nombre.

Amén.

P. Andrés Felipe Rojas, CM
Fuente: https://www.corazondepaul.org/

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1 Comentario

  1. Jose Cuenca

    El imaginero no es de la Mistral. Lo escribió el padre marinista Martín Valmaseda y se titula «La imagen equivocada»

    Responder

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