“Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”

Éx 12, 1-15; Sal 115; 1Cor 11, 23-27; Jn 13, 1-15.

Entramos a la dinámica del Triduo Pascual. Hay muchos elementos que nos pueden alimentar en nuestro camino de conversión y crecer como discípulos del Señor.

Vemos hoy la resistencia de Pedro para que Jesús no le lave los pies. Pero el Maestro insiste, y le deja en claro que si no sucede así no tendrá parte con él. No hay más discusión, Pedro accede. Luego viene la pregunta hacia los discípulos –a ellos y a nosotros–: ¿Comprenden lo que acabo de hacer? Y no hay respuesta. Más bien es Jesús quien la ofrece: “También ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros”.

Es probable que Pedro supiera el significado de la acción de su Maestro y por eso se resistía a que le lavara los pies. En todo caso, es un ejemplo que da Jesús de servicio y de humildad. Si queremos tener parte con el Señor no hay otro camino que lavar los pies a los otros, en una vida en movimiento que sirva a quien está lastimado, herido, sucio, descalzo, enfermo, abandonado, repudiado, desconsolado…

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Emmanuel Velázquez Mireles C.M.