Retiro Espiritual para la Semana Santa 2025: Miércoles Santo
Miércoles Santo
“Cuántas veces he entregado a Jesús para defender mis propias seguridades. ¿Qué me aleja de Jesús a la hora de buscar mis propios caminos?”
A la luz del Evangelio de hoy: ¿Cuántas veces me he alejado de la comunión con Él y con mis hermanos?
1. Introducción
El Evangelio de hoy nos presenta el trágico momento de la traición de Judas, quien, movido por sus propias inseguridades y deseos personales, decide entregar a Jesús. Judas se aleja de la comunión con Jesús y con sus hermanos, buscando su propio beneficio en un camino que lo separa del amor verdadero.
Hoy, te invito a reflexionar sobre las veces en que, como Judas, has entregado a Jesús en aras de tus seguridades, tus deseos o tu egoísmo. ¿Cuántas veces has permitido que tus propios intereses te alejen de la comunión con el Señor y con tus hermanos?
2. Reflexión bíblica: “La traición y el camino del egoísmo”
“¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?” (Mt 26,15)
Judas, en su búsqueda de seguridades materiales, negocia la entrega de Jesús por treinta monedas. Es un acto de total desprecio por la dignidad de Jesús, movido por la codicia y el miedo. La pregunta es: ¿Cuántas veces he entregado a Jesús por mis propios intereses? Cada vez que priorizamos lo material o nuestras propias seguridades por encima del amor y la justicia, estamos repitiendo el gesto de Judas.
“Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.” (Mt 26,21)
Jesús anuncia la traición en un ambiente de intimidad, en la última cena. Él sabe que uno de sus discípulos lo va a entregar. No hay nada oculto para Él. Jesús no se queja, pero denuncia la traición con dolor. Este momento es también una oportunidad para que cada uno de nosotros miremos hacia dentro y nos preguntemos: ¿Cómo puedo estar traicionando a Jesús en mi vida cotidiana? ¿En qué áreas de mi vida estoy buscando mi propio interés y alejándome de Él?
“Tú lo has dicho.” (Mt 26,25)
Judas sabe lo que ha hecho, pero lo niega. Este es un punto crucial: la negación de la verdad es lo que alimenta el alejamiento de Dios. La luz no puede brillar en un corazón que se niega a reconocer su propia oscuridad. Reflexionemos: ¿Estoy dispuesto a reconocer mis traiciones y mis alejamientos de Jesús?
3. Voz del Magisterio
Papa Francisco – Homilía, 2015
“Cuando nos alejamos del amor de Dios y buscamos en cambio la seguridad de lo material, caemos en la misma trampa que Judas. La seguridad que nos ofrece el mundo nunca será suficiente. Solo el amor de Dios nos puede dar verdadera paz.”
Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2845
“Judas, movido por el egoísmo, no entendió el amor gratuito de Dios. Su traición no fue un destino inevitable, sino el resultado de un corazón cerrado a la gracia.”
Evangelii Gaudium, 98 (Papa Francisco)
“El camino hacia la traición comienza con un corazón que busca seguridad en sí mismo y que se cierra a los demás. La verdadera seguridad se encuentra en el amor y la entrega a los demás, como lo hizo Cristo.”
4. Para buscar y meditar personalmente en la Biblia:
Tómate un tiempo para leer estos textos y reflexionar sobre tus propios caminos y traiciones.
- Lucas 22,1-6 – La traición de Judas.
- Mateo 26,47-50 – La traición de Judas en el huerto de Getsemaní.
- Salmo 55,13-14 – La traición de un amigo cercano.
- Hebreos 4,14-16 – Jesús, el gran sumo sacerdote, sabe de nuestras tentaciones.
- Isaías 53,3-5 – El Siervo sufriente, despreciado y rechazado.
Pregúntate mientras los lees:
¿Cómo me habla este pasaje sobre las traiciones y el alejamiento de Dios?
¿Qué tan dispuestos estamos a reconocer nuestras traiciones y volver a la comunión con Él?
5. Preguntas para el discernimiento personal o grupal:
- ¿Qué “seguridades” busco que me alejan de Dios y de los demás?
- ¿Cómo he traicionado a Jesús en mi vida cotidiana?
- ¿Cómo puedo volver a la comunión con Él y con mis hermanos después de haberme alejado?
- ¿En qué momentos he priorizado mis propios intereses por encima de los de la comunidad?
- ¿Estoy dispuesto a reconocer las veces que he entregado a Jesús por mis propios deseos o egoísmos?
6. Oración final: “Señor, renueva mi corazón”
Señor Jesús,
Hoy vengo ante Ti reconociendo las veces que, como Judas, he entregado a Jesús por mis propios intereses y seguridades.
He buscado caminos que me alejan de Ti y de mis hermanos, y te pido perdón.
Señor, limpia mi corazón de todo egoísmo y de las sombras que lo alejan de Tu luz.
Dame la gracia de vivir la verdadera comunión contigo y con los demás,
sabiendo que sólo Tú eres nuestra verdadera seguridad.
Renueva en mí un corazón que ame como Tú amas,
y que, a pesar de mis caídas, siempre sepa regresar a Ti, mi Salvador.
Amén.
P. Andrés Felipe Rojas, CM
Fuente: https://www.corazondepaul.org/
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