Evangelio y Vida para el 13 de abril de 2025
“Se llevaron el burro, le echaron encima los mantos e hicieron que Jesús montara en él“
Is 50, 4-7; Sal 21; Flp 2, 6-11; Lc 22, 14-23.56.
No, no es la entrada triunfal del Señor a Jerusalén, aunque tradicionalmente así se nos ha enseñado. ¿Cómo podría ser triunfal su entrada si va montado en un burrito, con un grupo de campesinos soñadores y esperanzados en el Dios libertador, que lo van siguiendo y cantando? Los que entran triunfales lo hacen en sus caballos de guerra y armaduras de hierro, con las espadas y lanzas en mano y el batallón de soldados que confían en sus armas y poder. También estos entonan himnos.
La entrada de Jesús es para suscitar la esperanza en el Dios que se hace cercano a quien lo buscan, e incluso a los que no. Esperanza en el Dios justo que hace brillar su sol sobre buenos y malos. Esperanza en el Dios que da su pan al hambriento y sostiene al huérfano y a la viuda. Esperanza en el Padre que se acuerda de sus hijos y tiene amor por cada uno, aunque no sea correspondido ni alabado. Esperanza en el Dios que prefiere seducir el corazón antes que violentar o humillar o destruir con su poder.
La entrada de Jesús junto con sus discípulos en Jerusalén nos anima a seguir nuestras luchas, a buscar y tejer nuevos sentidos quienes los hemos perdido. A confiar hondamente en la salvación de Dios.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Emmanuel Velázquez Mireles C.M.
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