Evangelio y Vida para el 31 de marzo de 2025
Creer en Jesús es guardar su recuerdo
Is 65, 17-21; Sal 29; Jn 4, 43-54.
Hemos escuchado por primera vez en toda la cuaresma el evangelio de San Juan, un evangelio que se caracteriza por darnos pormenores que los otros 3 evangelios se guardan. Por ejemplo, es en el evangelio de San Juan donde mejor percibimos los sentimientos de Jesús: se enoja, se desespera, llora, se alegra. Otra característica particular de este evangelio es que recurre al tiempo, momentos exactos que quedan guardados, como, por ejemplo, el encuentro de Jesús y los discípulos de Juan el Bautista, el momento exacto de la muerte de nuestro Señor o este pasaje en el que recuerda el momento preciso en que Jesús ha sanado al hijo del funcionario real.
Lo que intenta demostrar esta escena es que el paso de Jesús por la vida de las personas queda grabado en el corazón como un recuerdo que se atesora y se comparte.
Hoy la iglesia nos invita también a atesorar aquellos momentos en los que hemos descubierto la presencia de Jesús en nuestra vida: el momento de nuestro Bautismo (con tristeza nos damos cuenta que muy pocas personas tienen presente esa fecha) o el día de nuestra Confirmación, o un acontecimiento importante en donde Dios ha dejado marcada su huella en nuestra vida.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Armando González Meneses C.M.
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