Ajustar las piedras de un edificio

por | Mar 28, 2025 | Formación, Reflexiones, Ross Reyes Dizon | 0 Comentarios

Jesús nos da a conocer a Dios como nuestro Padre que nos ama demasiado.  Nos logramos ajustar a tal amor al abrazarnos el Padre y besarnos.

Los fariseos y los escribas no se pueden ajustar a lo que ven:  los publicanos y los pecadores se acercan a Jesús a escucharlo.  Por lo tanto, murmuran los primeros y dicen que él acoge a los pecadores y come con ellos.  Pero no dicen el nombre de él.

A los que murmuran se les dirige la parábola del hijo perdido.  Y para ellos son también las dos parábolas que vienen antes. 

Mas sirven para enseñarnos esas parábolas, sí, a las cuales nos hemos de ajustar.  Pues, ¿no somos de los que no les gusta que la Iglesia se acerque a los gay?  ¿A los divorciados que se han vuelto a casar?

Y, ¿no nos contamos entre los que se oponen al Concilio Vaticano II que nos llama a todos a reconciliarnos unos con otros?  ¿No mostramos ira y odio con demasiada frecuencia, en vez de gozo y amor?  Y, ¿no promovemos la división más que la unión?  La ira nos lleva a odiar.  Tanto que aun no podemos ni queremos decir el nombre del que tomamos por enemigo.

¿No estamos muy lejos aún de ser como el padre «pródigo que malcría» a los hijos?  No le preocupan el propio honor ni los propios intereses.  Ni le molesta que su hijo menor lo tome por muerto.  El padre se preocupa del hijo perdido.  Por lo tanto, espera día tras día.  Y al verlo de lejos, el padre corre hacia él para abrazarlo y besarlo.  Le vuelve a dar su dignidad y su puesto debido, y celebra un banquete grande.  Así que le da a uno motivo para esperar y amar.

Y el hijo mayor, «fiel y observante», infunde, en cambio, desesperación y odio.  ¿No somos cual él?  ¿No negamos a entrar y participar del festín con gozo?

Señor Jesús, tú no conoces pecado.  Pero te haces pecado para salvarnos y reconciliarnos con el Padre.  Él no solo tiene misericordia; es la misericordia (SV.ES XI:253).  Haz de nosotros piedras vivas en tu edificio (1 Pd 2, 5; Ef 2, 20-21).  Concédenos podernos ajustar a lo que nos enseñas de palabra y de obra.  Al podernos ajustar así, llegaremos ser la justicia de Dios en ti.  Déjanos participar siempre de tu banquete.  Seremos así al igual que tú, el verdadero maná o alimento del cielo al gustar y ver nosotros tu amor y tu compasión.

30 Marzo 2025
Domingo 4º de Cuaresma (C)
Jos 5, 8a. 10-12; 2 Cor 5, 17-21; Lc 15, 1-3. 11-32

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

homeless alliance
VinFlix
VFO logo

Archivo mensual

Categorías

FAMVIN

GRATIS
VER