«Ha llegado a ustedes el reino de Dios»
Jer 7, 23-28; Sal 94; Lc 11, 14-23.
Jesús habla mucho sobre el Reino de Dios, pero nunca dice qué es ese Reino. Al no decirlo, nos hemos hecho muchas ideas sobre él. La idea más común es la de que el Reino es un lugar para después de esta vida, que comúnmente llamamos “cielo”. Sin embargo, es claro que eso no es lo que está tratando de hacernos ver Jesús, porque utiliza unas palabras que debemos tener muy en cuenta, y es que él dice que a través de sus acciones el Reino “ha llegado”.
Por esta razón es que el evangelio de hoy nos invita a mirar cómo ese reino es desconcertante incluso para nosotros, que tenemos la idea de que Dios está en el cielo. Hoy Jesús nos indica que con su forma de actuar el Reino está implantado en cada rincón de la tierra y que tiene que ser vivido por nosotros en este mundo. No se trata de no pensar en la vida futura, ya que esa es parte de la enseñanza de fe, sino de entender que esa vida futura ya está en este mundo y que es en este mundo donde podemos comenzarla a vivir, superando el escándalo que eso nos pueda causar.
Los fariseos no entendieron a Jesús porque no supieron mirar el Reino que él anunciaba. Que no nos pase eso a nosotros.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Armando González Meneses C.M.
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