Queridos miembros y amigos de la Familia Vicenciana,

La Iglesia se encuentra inmersa en la celebración del Año Jubilar en el que «abrimos las puertas de par en par». Lo que puede sorprenderles es que la Familia Vicenciana también está celebrando el 10º aniversario de la puesta en marcha de la Oficina de la Familia Vicenciana.

En 2015, bajo el liderazgo del Padre Gregory Gay, C.M., se estableció la Oficina para impulsar estructuras de comunión, compartir nuestra espiritualidad de amor a los pobres y tener una voz más cohesionada en el mundo y en la Iglesia.

En los últimos 10 años hemos visto muchos logros a nivel global de la Oficina de la Familia Vicenciana que han tenido un claro impacto en nuestra respuesta vicenciana a la pobreza y la injusticia en todo el mundo:

• Nuevas iniciativas de colaboración han ampliado el impacto de nuestro carisma común.
• Se han creado estructuras de apoyo para fomentar el liderazgo, la organización y el intercambio de recursos.
• La espiritualidad de comunión entre todos nosotros se ha nutrido intensamente en las celebraciones y encuentros de la Familia, infundiéndonos mayor alegría y esperanza.
• Nuestra red mundial de comunicación nos ha brindado oportunidades de formación.
• Nuestra solidaridad con los pobres, al implicarnos en proyectos desde la base o en la promoción de cambios sistémicos, ha seguido poniendo de manifiesto el amor de Dios por el mundo.

Ramas de la Familia Vicenciana trabajando juntas en Ucrania y en el sur de la India

Este repaso a los últimos 10 años suscita nuestra gratitud por los muchos hombres y mujeres vicencianos entregados que han ofrecido lo mejor de sí mismos para hacer crecer la Familia Vicenciana. Por supuesto, agradecemos al Padre Joe Agostino, C.M. su incansable dedicación y compromiso.

Nuestro agradecimiento podría expresarse mejor con una sencilla frase que sabemos que es cierta: «¡El impacto es para siempre!». Con esta certeza, invitamos a cada miembro de la Familia Vicenciana a que considere hacer un donativo de aniversario a la Oficina de la Familia Vicenciana para que continúe operando en más de 150 países. Su donativo proporcionará los recursos necesarios para llevar a cabo los proyectos estratégicos internacionales de la Oficina, encaminados al desarrollo de capacidades y a la puesta en marcha de actividades de colaboración que garanticen la vitalidad del Carisma Vicenciano.

Si desean realizar su aportación, recuerden que ningún donativo es demasiado pequeño, porque cuando todos contribuimos con lo que podemos, podemos decir con confianza: «¡El impacto es para siempre!». El mismo San Vicente dijo algo parecido: «La caridad es un fuego que no cesa de crecer».

Con agradecimiento por cada miembro de nuestra Familia Vicenciana,

La Oficina de la Familia Vicenciana

Puede contribuir en euros, a una cuenta en Bélgica, o en dólares, a una cuenta en Estados Unidos. También puede donar en línea a través de PayPal (véase más abajo).

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