“Recibirá cien veces más y en el futuro la vida”
Sir 35, 1-15; Sal 49; Mc 10, 28-31.
Escribo estas palabras desde la majestuosa Sierra Tarahumara. La última vez que estuve aquí hace más de cinco años, recibí la noticia del embarazo de mi hermana.
Había dejado el mundo que conocía para venir a esta tierra; al volver a él me encontré con realidad. Casi nada había cambiado, pero yo era el que había cambiado. Miraba la vida y todo lo que me rodeaba con más gratitud, cien veces más pleno de lo que yo lo había dejado meses atrás.
El seguimiento de Jesús te ayuda a mirar de otra forma la realidad. Las buenas noticias resuenan con una fuerza cien veces mayor. Es por eso que este evangelio nos quiere ayudar a entender que no es posible mirar la vida de la misma manera cuando la miras desde los ojos y el proyecto de Jesús.
Cada acción se realiza esperando obtener algo; casi nada de lo que realizamos entra en el ámbito de lo maravilloso. Jesús nos quiere enseñar que en él y con él, cualquier realidad sobrepasa nuestra expectativa, y nos invita a agradecerla porque se nos ha dado por el puro don de la misericordia.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Armando González Meneses C.M.
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