Evangelio y Vida para el 25 de febrero de 2025
“El que me recibe, recibe al que me ha enviado”
Sir 2, 1-13; Salmo 36; Mc 9, 30-37.
A los discípulos de Jesús no les entraba en la cabeza el que su Maestro tuviera que pasar por el sufrimiento, que para ser el primero se tenga que ser el servidor de todos, que el niño ocupe un lugar
primordial. No era fácil para ellos dejar las ideas en las que se habían sido educados desde su infancia. Pero para ser discípulos de Cristo tenían que cambiar.
La cultura en la que vivimos y la mentalidad de nuestros contemporáneos está hecha al cambio. Se cambia más fácilmente que antes de trabajo, de computadora, de coche, de casa, de país, de modos de pensar y vivir, se cambian los valores de comportamiento, de la misma religión y hasta de sexo… Y nos damos cuenta que no todos los cambios son buenos, unos edifican y construyen, otros derrumban y destruyen la persona con todo lo que ella es y puede.
Jesús nos invita a cambiar, dejando atrás nuestra la manera de pensar que el mundo nos ofrece, para entra por la lógica y la manera de pensar que Él tuvo y nos invita a tener nosotros. Nos dijo: Si alguno quiere ser el primero que se haga el último y el servidor de todos. Jesús insiste con frecuencia en la humildad y espíritu de servicio que debe caracterizar a sus seguidores.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Sor Carolina Flores, H.C.
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