En un contexto de creciente inseguridad en Burkina Faso, el proyecto «Tejer mi vida, no tengo miedo» se propuso ayudar a viudas pobres y mujeres cabeza de familia de la diócesis de Nouna a ser económicamente autónomas.
Estas mujeres explicaron a las Hijas de la Caridad sus retos cotidianos y sus expectativas, lo que permitió identificar las habilidades que debían adquirir y los recursos necesarios para crear un taller de tejido..
Planificación y gestión rigurosas para garantizar el éxito y la sostenibilidad del proyecto
Una vez recibidos los fondos, cada etapa se diseñó y ejecutó cuidadosamente para satisfacer las necesidades de las beneficiarias y maximizar el impacto del proyecto en la comunidad:
- crear alianzas con proveedores locales para el suministro de materiales y equipos
- compra y recepción de telares, máquinas de coser, materiales de tinte y otros equipos complementarios
- transporte seguro del equipo al lugar de formación y almacenamiento adecuado para preservar la calidad de los materiales
- instalación de máquinas en el taller de tejido y organización de los espacios de trabajo para optimizar la eficiencia
- un proceso de selección transparente y justo para identificar a las viudas que se han de beneficiar del programa
- sesiones de formación en tejido, costura y gestión empresarial, dirigidas por formadores cualificados, pero también con la ayuda de las viudas que compartieron sus conocimientos de tejeduría
- lanzamiento de la producción de artículos textiles de alta calidad
- y, por último, el desarrollo de la comercialización mediante la participación en mercados locales y la creación de puntos de venta.
«70 mujeres cabeza de familia se han beneficiado de este proyecto. Cada familia tiene una media de 7 miembros, ¡son 490 personas beneficiadas!». Sor Toyin
Un proyecto a escala humana pero con un gran impacto para las viudas y sus familias
- más del 90% de las beneficiarias han adquirido competencias certificadas por evaluaciones prácticas en tejido y gestión empresarial
- la actividad de tejeduría genera ingresos que contribuyen a mejorar su alimentación, el acceso a la atención sanitaria y la educación de sus hijos
- el proyecto ha desarrollado la confianza en sí mismas y la autoestima de estas mujeres viudas
- el apoyo mutuo ha favorecido la creación de vínculos sólidos y de una red de apoyo.
La única dificultad que se ha encontrado es el muy variado nivel inicial de las beneficiarias. Las futuras sesiones de formación contarán con apoyo individual y talleres de recuperación para las mujeres con dificultades.
Sor Toyin describe el periplo y el «renacimiento» de Yézoumahan, viuda muy joven, con tres hijos y sin apoyo ni recursos.
«Cada día era una ardua pelea contra la soledad y la ansiedad. Su vida dio un giro positivo cuando se unió al proyecto. Yézoumahan encontró un entorno acogedor y solidario en este grupo de mujeres que, como ella, habían experimentado la pérdida y el sufrimiento y compartían las mismas esperanzas».
Sus esfuerzos por aprender no tardaron en dar fruto y empezó a producir artículos textiles de calidad. Al vender sus creaciones en los mercados locales, Yézoumahan ha generado unos ingresos estables que han transformado su vida: ahora mantiene a sus hijos. Esta actividad de tejedora comunitaria también ha contribuido a romper la soledad que la corroía: ha recuperado las ganas de vivir y mira al futuro con optimismo. Tiene planes para ampliar sus actividades de tejido y costura, y sueña con abrir su propia tienda… Incluso piensa compartir sus conocimientos para ayudar a otras viudas a salir de la pobreza.
«La introducción de nuevas técnicas de tejido y costura ha mejorado incluso la calidad y la diversidad de los productos textiles locales, ¡haciéndolos más atractivos en los mercados! Las viudas que han recibido formación son consideradas ahora agentes económicos importantes en la comunidad, lo que aumenta su integración y participación en las actividades comunitarias». Sor Toyin.
Este proyecto también fue propuesto como actividad de Cuaresma a las escuelas vicencianas y tuvo un gran éxito.
Sor Toyin Abegunde
Fuente: https://www.projets-rosalie.com/
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