Evangelio y Vida para el 2 de febrero de 2025
“El niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría y la gracia de Dios permanecía con él”
Mal 3, 1-4; Sal 23; Heb 2, 14-18; Lc 2, 22-40.
El texto evangélico nos muestra un acontecimiento en la vida de Jesús niño. ¿Nos imaginamos a Simeón como un sacerdote anciano del templo? Ciertamente el texto evangélico no nos dice eso; lo que sí nos dice es cómo acogió a aquel niño, cómo lo tomó en sus brazos y cómo bendijo a Dios. Luego, al dirigirse a María, sus palabras no son nada tranquilizadoras: Mientras que a ti una espada te atravesará el alma (Lc 2, 35).
Cuanto más nos acerquemos a Jesús mejor veremos nuestras incoherencias, lo que hay de mentira en nuestro seguimiento de Él, y no es posible verlas sin dar pasos hacia la verdad, hacia la luz. Y eso, lo sabemos, es doloroso. ¿Estamos dispuestos a acoger a Jesús como Simeón y la profetisa Ana?
Tengamos presente en este día a las mujeres y hombres que son miembros de la Vida Consagrada. El Papa San Juan Pablo II, en el 1997, decretó que este día se tuviera un recuerdo especial y se orara por las personas que han decidido consagrar su vida a Dios y a los hermanos desde una vida comunitaria.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Sor Carolina Flores, H.C.
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