Fundación de la Congregación de la Misión
Hech 9, 1-22 (o bien; Hech 22, 3-16); Sal 116; Mc 16, 15-18.
Un 25 de enero de 1617, cuando la Iglesia celebraba la fiesta de la conversión de San Pablo, nacía un proyecto hermoso de evangelización y de caridad que luego se llamaría Congregación de la Misión. La intuición de San Vicente de Paúl fue muy sencilla: Los pobres campesinos, alejados de las ciudades y al margen de la acción de la Iglesia necesitan quién vea por ellos y les lleve la luz del
Evangelio, el consuelo de los sacramentos y la prueba del amor preferente de Dios por ellos. El contrato jurídico de la nueva comunidad misionera se firmará el 17 de abril de 1625, ¡hace 400 años!
Hoy, pues, es un día para celebrar. Muchos pobres, en el cielo y en la tierra agradecen al Espíritu Santo el carisma depositado en San Vicente de Paúl para responder al hambre de evangelio y de pan que tenían los pobres de su tiempo. Los misioneros Vicentinos también agradecemos al Señor el regalo de la vocación que nos ha reunido en esta familia con el encargo de seguir llevando a los más alejados el anuncio y la prueba del amor de Dios.
Alegrémonos todos con los Misioneros Vicentinos. Pidamos para ellos fidelidad y entrega generosa.
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: P. Silviano Calderón Soltero, C.M.
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