20 de enero de 1842: Conversión de Alfonso de Ratisbona, apóstol de la Medalla Milagrosa

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16 enero, 2025

20 de enero de 1842: Conversión de Alfonso de Ratisbona, apóstol de la Medalla Milagrosa

por | Ene 16, 2025 | Formación, Vicencianos destacados | 0 Comentarios

Alfonso de Ratisbona (1814-1884) fue un abogado y banquero francés de familia judía cuya vida experimentó una profunda transformación tras su conversión al catolicismo. Posteriormente se hizo sacerdote y se dedicó al ministerio religioso.

Vida temprana y antecedentes familiares

Alfonso de Ratisbona

Nacido en Estrasburgo el 1 de mayo de 1814, Alfonso fue el menor de los trece hijos de la familia Ratisbona, un destacado linaje de banqueros judíos. Su padre, Augusto de Ratisbona, fue presidente del Consejo Provincial de Alsacia. La familia estaba bien integrada en la sociedad laica francesa y defendía sólidos valores de justicia social. La madre de Alfonso falleció cuando éste tenía cuatro años, lo que propició que su familia extensa participara activamente en su educación. En 1827, su hermano mayor, Teodoro, se convirtió al cristianismo y fue ordenado sacerdote católico en 1830, una decisión que inicialmente provocó tensiones familiares.

Educación y carrera profesional

Alfonso cursó estudios jurídicos en París y posteriormente se incorporó a la empresa bancaria familiar. Se comprometió con su sobrina de 16 años, con la que planeaba casarse cuando alcanzara la edad apropiada. Pese a su éxito profesional, Alfonso se mostró crítico con el catolicismo, sobre todo tras la conversión de su hermano.

Viajes y estancia en Roma

Tras posponer su matrimonio debido a la edad de su prometida, Alfonso emprendió un viaje a Oriente Medio con la intención de visitar Jerusalén. Durante su viaje, hizo escala en varias ciudades europeas, entre ellas Nápoles y Malta, y llegó a Roma en enero de 1842.

Encuentro con el barón de Bussières

Durante su estancia en Roma, Alfonso se reencuentra con un viejo conocido, el barón Teodoro de Bussières, un católico converso procedente del protestantismo. Consciente del escepticismo de Alfonso, el barón le presentó la Medalla Milagrosa y le animó a llevarla y a recitar diariamente la oración del «Memorare». Aunque al principio se mostró reacio, Alfonso aceptó, más por cortesía que por convicción.

Visión en Sant’Andrea delle Fratte

El 20 de enero de 1842, mientras acompañaba al barón de Bussières durante la preparación de un funeral en la iglesia de Sant’Andrea delle Fratte, Alfonso tuvo una visión de la Virgen María. Describió haber visto a la Virgen envuelta en una luz radiante, lo que le condujo a una inmediata y profunda transformación interior y a una percepción íntima de los misterios de la religión católica.

«Nos detuvimos unos minutos en la iglesia de Santa Andrea delle Fratte. Él [el barón Teodoro de Bussières, ferviente converso al catolicismo] me propuso aguardar en el carruaje, pero yo preferí bajarme para ver la iglesia. Se estaban haciendo los preparativos para el funeral y pregunté el nombre del difunto. Teodoro respondió: ‘Era uno de mis amigos, el conde Laferronays; su inesperada muerte es la razón de la tristeza que has notado en mí estos días’».

«Repentinamente me invadió cierta turbación y vi un velo ante mí; me pareció que la iglesia estaba toda a oscuras, excepto una capilla, casi como si toda la luz de la propia iglesia se concentrase en esa capilla… En presencia de la Virgen, aunque ella no me dijo ni una palabra, comprendí el horror del estado en que me encontraba, la deformidad del pecado, la belleza de la religión católica, en una palabra: lo comprendí todo».

Cartas de Alfonso de Ratisbona

Conversión y bautismo

Cuando la visión concluyó, Alfonso salió de ella profundamente cambiado. Buscó instrucción en la fe católica y se bautizó el 31 de enero de 1842, adoptando el nombre de Maria Alfonso para honrar la huella que la Virgen María había dejado en su vida. Su rápida y profunda conversión fue considerada milagrosa. Los testigos, entre ellos el Barón, quedaron asombrados por su transformación, tan completa como repentina. Alfonso atribuyó más tarde su conversión a la intercesión de la Virgen María y a la gracia asociada a la Medalla Milagrosa.

Este acontecimiento extraordinario no sólo consolidó la devoción a la Medalla Milagrosa, sino que también se convirtió en un elemento movilizador de la evangelización católica.

Teodoro de Ratisbona (1802-1884)

Vocación sacerdotal y fundación de la Congregación de Nuestra Señora de Sión

Movido por su conversión, Alfonso decide consagrar su vida al servicio de Dios. Ingresa en la Compañía de Jesús y es ordenado sacerdote en 1847. Junto con su hermano Teodoro, funda en 1847 la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Sión, una orden religiosa dedicada a promover el entendimiento y la reconciliación entre judíos y cristianos.

Misión en Tierra Santa

En 1855, Alfonso se trasladó a Tierra Santa, donde fundó varias instituciones religiosas y educativas, entre ellas conventos, escuelas y orfanatos en Jerusalén y Ein Karem. Su labor se centró en la educación y el fomento del diálogo interreligioso, con el objetivo de tender puentes entre las comunidades judía y cristiana.

Años finales y legado

Alfonso de Ratisbona falleció el 6 de mayo de 1884 en Ein Karem, cerca de Jerusalén. Su vida y su obra ejercieron un impacto notable en las relaciones judeo-cristianas, y su conversión sigue siendo un testimonio admirable de fe y transformación espiritual. La Congregación de Nuestra Señora de Sión continúa su misión en todo el mundo, promoviendo el diálogo y la reconciliación entre diversas comunidades religiosas.

Foto del P. Alfonso de Ratisbona, en 1865, de origen desconocido, restaurada digitalmente.

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