“Genealogía de Jesús, Mesías, hijo de David, hijo de Abraham”
Gen 49, 2.8-10; Sal 71; Mt 1, 1-17.
En esa lista histórica del evangelio de hoy hay pecadores y pecadoras. Pero, ¿cómo lo ha hecho el Señor? Se ha mezclado y ha corregido el camino. Pensemos en el gran David, un gran pecador, y luego un gran santo. Cuando el Señor nos dice, «con amor eterno, Yo te he amado». Amor que perdona. Desde siempre el Señor ha pensado en nosotros, ¡en cada uno de nosotros!
Este es el amor eterno del Señor; ¡eterno, pero concreto! Él va haciendo la historia, va preparando el camino para cada uno de nosotros. Y este es el amor de Dios que nos ama desde siempre y nunca nos abandona. «Dios escribe recto en los renglones torcidos de nuestra historia». ¡Qué confianza nos debe dar el saber esto! A Dios le agrada más nuestra confianza en Él, que una vida libre de errores. Hubo tantas generaciones –unas ejemplares, y otras con muchas caídas–, pero que jamás apartaron la mirada de Dios. Eso es lo que las caracteriza: esto las hace volver a ser fieles y a renovar su esperanza.
Oración: Gracias Padre misericordioso. Tú te complaces en perdonar al pecador arrepentido. ¡Apiádate de mí pecador!
Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: María Elena Camacho, de la Sociedad de San Vicente de Paúl
0 comentarios