El Papa Francisco publica la encíclica «Dilexit nos», en la que cita tres veces a san Vicente de Paúl

por | Oct 24, 2024 | Featured, Noticias | 1 comentario

Hoy el Papa Francisco ha publicado su cuarta encíclica, titulada Dilexit nos («Nos amó»), en la que invita a toda la Iglesia a redescubrir la centralidad del amor de Cristo expresado en el Sagrado Corazón, y el amor incondicional de Dios por la humanidad, a través del misterio del Corazón de Cristo. La presentación de la encíclica tuvo lugar en la Oficina de Prensa del Vaticano el 24 de octubre al mediodía, con la participación de monseñor Bruno Forte, teólogo y arzobispo de Chieti-Vasto, Italia, y la hermana Antonella Fraccaro, superiora general de las Discípulas del Evangelio.

Dilexit nos aborda cuestiones esenciales como la compasión, la misericordia y la cercanía de Dios con los pobres y marginados, característicos del magisterio del Papa Francisco. El Santo Padre subraya cómo el Sagrado Corazón de Jesús es un símbolo eterno de la entrega absoluta de Dios, que «ama hasta el extremo», invitando a los fieles a imitar esta entrega en sus propias vidas, especialmente en el servicio a los más vulnerables.

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús ha sido central en la espiritualidad católica, y el Papa Francisco la retoma como una forma de revitalizar la espiritualidad de los cristianos en el mundo actual. También menciona la relevancia de esta devoción en tiempos de polarización y conflictos, destacando que el amor de Cristo es el único camino hacia la reconciliación y la unidad.

Esta es la cuarta encíclica del Papa Francisco, tras Lumen fidei (2013), Laudato si’ (2015) y Fratelli tutti (2020), y confirma una vez más el corazón pastoral de su pontificado, orientado a renovar la misión de la Iglesia en el mundo a través del amor y la compasión.

Para la Familia Vicenciana es, además, un motivo de gozo que el Papa mencione en varias ocasiones a san Vicente de Paúl.

Pulsa sobre la imagen para leer la nueva Encíclica

Puntos claves de la nueva encíclica Dilexit Nos del Papa Francisco

Introducción

La encíclica «Dilexit Nos» del Papa Francisco aborda el amor humano y divino a través del símbolo del Corazón de Jesucristo. En un mundo marcado por el consumismo y la superficialidad, el Papa invita a redescubrir la importancia del corazón como centro de la vida humana y espiritual.

I. La Importancia del Corazón

  • Significado del Corazón: En la tradición griega, el término «karidia» se refiere al centro del ser humano, donde se entrelazan el pensamiento y el sentimiento. El corazón es el lugar donde se fraguan las decisiones y se establece la conexión con los demás.
    El Papa Francisco destaca que la falta de atención al corazón lleva a la alienación y a relaciones superficiales.
  • Desafíos Modernos: La sociedad contemporánea enfrenta el riesgo de perder su centro, atrapada en el consumismo y la tecnología. Esto provoca una desconexión con el sentido de la vida y la identidad.
  • La Necesidad de Preguntas Profundas: Se invita a los fieles a reflexionar sobre preguntas fundamentales sobre su existencia y propósito, lo que lleva a una conexión más profunda con su corazón.
  • El Corazón como Centro de la Persona: El corazón es visto como el núcleo de la identidad espiritual, donde se encuentra la capacidad de amar y ser amado. La verdadera autenticidad y plenitud se logran al vivir desde el corazón.

II. Gestos y Palabras de Amor

  • El Amor de Cristo: El Corazón de Cristo es el núcleo del primer anuncio del Evangelio. Jesús se acerca a las personas con amor y compasión, mostrando que no hay lugar para el miedo en su relación con nosotros.
  • La Mirada de Jesús: El Papa menciona cómo Jesús mira a las personas con amor, reconociendo sus luchas y sufrimientos. Esta mirada es un gesto de cercanía y aceptación.
  • La Cruz como Símbolo de Amor: La entrega de Cristo en la cruz es la máxima expresión de amor. San Pablo enfatiza que el amor de Cristo se manifiesta en su sacrificio por la humanidad.
  • La Devoción al Corazón de Cristo: La devoción al Sagrado Corazón no debe ser vista como una distracción de Cristo, sino como un camino hacia una relación más profunda con Él.

III. Amor que Da de Beber

  • Sed de Amor: El Corazón de Cristo tiene una sed de amor y busca ser correspondido. Esta sed se manifiesta en el deseo de que los hombres respondan a su amor.
  • La Dimensión Social del Amor: El amor a los hermanos es la mejor respuesta al amor de Cristo. El Papa enfatiza que el amor no se puede separar de la acción social y el compromiso con los demás.
  • Reparación y Construcción: La reparación al Corazón de Cristo implica trabajar para sanar las heridas del mundo y construir una civilización del amor. Esto requiere un compromiso activo con la justicia y la dignidad humana.

IV. La Reparación: Construir sobre las Ruinas

  • Reparación Social: La reparación no es solo un acto individual, sino que tiene un fuerte sentido social. El Papa Francisco llama a los cristianos a unirse en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
  • Reparar Corazones Heridos: La reparación también implica sanar los corazones heridos por el pecado y la injusticia. El amor de Cristo debe fluir a través de nuestras acciones hacia los demás.
  • La Ofrenda al Amor: La verdadera reparación se ofrece al Corazón de Cristo, permitiendo que su amor se expanda en el mundo. Esto requiere una transformación del corazón humano.

V. Amor por Amor

  • La Respuesta al Amor de Cristo: La respuesta al amor de Cristo debe ser el amor hacia los demás. El Papa destaca que el amor no se fabrica, sino que surge de una transformación del corazón.
  • Misión y Comunión: La misión de los cristianos es comunicar el amor de Cristo al mundo. Esto se vive en comunión con la comunidad y la Iglesia.
  • La Dimensión Misionera: La misión no es solo un deber, sino una expresión del amor que se ha recibido. Los misioneros deben ser personas enamoradas de Cristo, dispuestas a compartir ese amor.

El Papa Francisco concluye la encíclica pidiendo que el Corazón de Cristo derrame ríos de amor y sanación en el mundo. Se hace un llamado a reconocer la dignidad de cada persona y a trabajar juntos por un mundo más justo y solidario, donde el amor de Cristo transforme las relaciones humanas y la sociedad en su conjunto. La encíclica invita a todos a volver al corazón, a vivir desde el amor y a construir un futuro lleno de esperanza y fraternidad.

Citas del Papa Francisco en las que menciona a san Vicente de Paúl:

En el numeral 148, el Papa hace referencia a una profunda corriente de vida interior, citando a San Vicente de Paúl en relación con la devoción al Corazón de Cristo e invitándonos a una unión sincera entre nuestro corazón y el de Cristo, recordándonos que quienes se disponen a acercarse a Él recibirán numerosas bendiciones:

148. La devoción al Corazón de Cristo reaparece en el camino espiritual de muchos santos muy diferentes entre sí y en cada uno de ellos esta devoción adquiere nuevos aspectos. San Vicente de Paúl, por dar un ejemplo, decía que lo que Dios quiere es el corazón: «Dios pide principalmente el corazón, el corazón, que es lo principal. ¿De dónde viene que uno que carezca de bienes merezca más que el que teniendo grandes posesiones, renuncia a ellas? De que el que no tiene nada, va con más afecto; y eso es lo que Dios quiere especialmente»1. Esto implica aceptar que el propio corazón se una al de Cristo: «Una hermana que hace todo lo que puede para poner su corazón en disposición de unirse al de Nuestro Señor […] ¡cuántas bendiciones puede esperar de Dios!»2.

1. Conferencias a los Misioneros. La pobreza, 55 (13 agosto 1655), en S. Vicente de Paúl, Obras completas, t. 11/3, Sígueme, Salamanca 1974, 156.
2. Conferencias a las Hijas de la Caridad. Mortificación, correspondencia, comidas, salidas (Reglas comunes, arts. 24-27), 89 (9 diciembre 1657), t. 9/2, 974.

La segunda mención se encuentra en el numeral 180, donde se discute la fraternidad y la mística. Este pasaje resalta cómo la entrega de San Vicente, alimentada por la devoción al Corazón de Cristo, lo llevó a exhortar a sus discípulos a «tomar del corazón de Nuestro Señor algunas palabras de consuelo» para los pobres enfermos. Además, se enfatiza la importancia de la mansedumbre en la práctica del servicio a los demás:

180. El abate Henri Huvelin, director espiritual de san Carlos de Foucauld, decía que «cuando nuestro Señor vive en un corazón, le da estos sentimientos, y este corazón se abaja hacia los pequeños. Tal fue la disposición del corazón de un Vicente de Paúl […]. Cuando nuestro Señor vive en un alma de sacerdote lo inclina hacia los pobres». Es importante advertir cómo esta entrega de san Vicente, que describe el padre Huvelin, también estaba alimentada por la devoción al Corazón de Cristo. Vicente exhortaba a «tomar del corazón de Nuestro Señor algunas palabras de consuelo» para el pobre enfermo. Para que esto sea real supone que el propio corazón haya sido transformado por el amor y la mansedumbre del Corazón de Cristo, y san Vicente repetía mucho esta convicción en sus sermones y consejos, hasta el punto de convertirse en un aspecto destacable de las Constituciones de su Congregación: «Todos pondrán también sumo empeño en aprender esta lección que nos enseñó Jesucristo: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”; teniendo en cuenta que, según Él mismo lo dice, con la mansedumbre se posee la tierra, porque con la práctica de esta virtud se ganan los corazones de los hombres para convertirlos a Dios, lo cual no pueden conseguir los que se portan con el prójimo de una manera dura y áspera».

(Quelques directeurs d’âmes au XVII siècle, Libraire Victor Lecoffre J. Gabalda, París 1911, 97.)

Por último, en el numeral 207, el Papa señala que San Vicente de Paúl enseñó a sus discípulos a pedir al Señor el corazón del Hijo de Dios, para llevar a todas partes su fuego:

207. La prolongación de las llamas de amor del Corazón de Cristo ocurre también en la tarea misionera de la Iglesia, que lleva el anuncio del amor de Dios manifestado en Cristo. Lo enseñaba muy bien san Vicente de Paúl cuando invitaba a sus discípulos a pedir al Señor «ese corazón, ese corazón que nos hace ir a cualquier parte, ese corazón del Hijo de Dios, el corazón de nuestro Señor, que nos dispone a ir como él iría […] y nos envía a nosotros como a ellos [los apóstoles], para llevar a todas partes su fuego».

Conferencias. Repetición de la oración (22 agosto 1655), 58, t. 11/3, 190.

Informaciones extractadas de https://www.corazondepaul.org/

El Corazón de Jesús en la espiritualidad vicenciana

Conoce más sobre la devoción al Corazón de Jesús de san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac en las dos presentaciones siguientes:

El Corazón de Jesús en la espiritualidad de Vicente de Paúl

El Corazón de Jesús en la espiritualidad de santa Luisa de Marillac

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1 comentario

  1. Rosa María Porcar García

    Hace falta pensarlo mucho. Meditarlo bien para que cale en nuestro corazón y llegué a nuestras conducta

    Responder

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