Un año de guerra ha tenido un impacto significativo en la salud mental de las personas, especialmente de los niños, que perdurará mucho después de que la guerra haya terminado, según la organización humanitaria Depaul Ucrania.

La organización benéfica, que lleva trabajando en el país desde 2007, observa cómo los niños se aíslan y retraen cada vez más tras verse obligados a abandonar sus hogares y ser testigos de terribles ataques.

Durante el último año los ucranianos han sufrido bombardeos y ataques con misiles que han desplazado a millones de personas, herido y matado a miles y dejado a algunos demasiado asustados para salir de sus refugios antiaéreos.

Depaul Ucrania, que forma parte del grupo más amplio de organizaciones benéficas a favor de las personas sin hogar Depaul International, teme que, a medida que se agrave la crisis humanitaria y millones de personas sigan sin un alojamiento estable, el impacto duradero en la salud mental de los ucranianos se deje sentir durante mucho tiempo.

El padre Vitaliy Novak, misionero paúl y director general de Depaul Ucrania, afirma:

Un año es mucho, mucho tiempo, sobre todo para un niño. Los niños se han quedado aislados porque han perdido sus casas y no pueden ir a la escuela. Han olvidado cómo socializar y jugar. Vemos que los niños sienten mucha ansiedad al salir a la calle, los parques infantiles están vacíos.

Cuando empezó la guerra, la gente no podía creer lo que estaba ocurriendo y estaba paralizada por el miedo. La gente está traumatizada por el último año vivido. Pero la vida tiene que continuar, y la gente es resistente. El apoyo de la comunidad internacional nos da fuerzas.

Dirigida por personas de la zona, Depaul Ucrania está proporcionando refugio de emergencia, alimentos y facilidades de alojamiento, los primeros y esenciales pasos para recuperar la estabilidad. Los terapeutas ofrecen apoyo psicosocial in situ y a través de trabajadores itinerantes en Kharkiv y Odesa. Los psicólogos ayudan a cientos de niños de entre 4 y 16 años con sesiones de terapia en las que pueden jugar y ser creativos.

Iris y sus dos hijos de 10 y 13 años viven en un refugio antiaéreo desde el comienzo de la guerra:

Mis hijos empezaron a tener problemas psicológicos a causa del miedo. Mi hijo mayor se aisló. Se encerró en sí mismo y se retrajo, dejó de hablar, de comer y de dormir. Mi hijo menor entró en crisis, quería bajar de este ‘carrusel’ y me pidió que parara todo. Tuve que cogerle en brazos, abrazarle y sujetarle físicamente porque no entendía que fuera había peligro.

Luego, cuando llegaron los voluntarios, me ofrecieron ayuda psicológica. Todo fue más fácil y quedó claro que los niños carecían de emociones positivas. Los niños echaban de menos su vida anterior y añoraban su infancia.

El padre Vitaliy añade:

En nuestras sesiones creamos un entorno sano en el que pueden sonreír, jugar y crecer. Volvemos a ver niños felices, empiezan a jugar, a ser traviesos, pero es una buena señal, nos alegramos, porque demuestra que son niños normales. Esta es la generación que reconstruirá Ucrania, tenemos que apoyar a los niños por su bien, y también por el bien del país.

Gracias a las generosas donaciones, la organización benéfica ha podido pasar de ayudar a 8.500 personas al año a dar una respuesta humanitaria integral ayudando a 30.000 personas al día en las zonas más afectadas de Kharkiv, Odesa, Kyiv, Mykolaiv, Uzhhorod y Zaporizhia.

Depaul ayudó a más de 3.500 hogares a sobrevivir al frío invierno, rehabilitando refugios antiaéreos y ayudando a la gente a reparar sus casas.

Matthew Carter, Consejero Delegado del Grupo Depaul International, declaró:

Nuestro increíble equipo en Ucrania estaba allí apoyando a las personas sin hogar antes de la guerra, y en el último año han redoblado los esfuerzos para proporcionar ayuda vital a miles de personas, día tras día.

Su trabajo nunca ha sido tan importante. Como grupo global de organizaciones benéficas a favor de las personas sin hogar, nuestros equipos de todo el mundo ven que la mala salud mental es tanto una causa como una consecuencia de la falta de vivienda. Por lo tanto, es imperativo que los niños y sus familias tengan un alojamiento estable, pero también apoyo psicológico urgente para empezar a superar el trauma del último año y de los años venideros.

Para apoyar la labor humanitaria de Depaul Ucrania puede hacer su donativo aquí.

Fuente: https://int.depaulcharity.org/