“Donde está el cadáver, se reúnen los buitres”

2 Jn 4-9; Sal 118; Lc 17, 26-37.

Los judíos siguen interesados en lo que ellos entienden como el Reino Mesiánico y ahora preguntan“dónde” llegará. Jesús ya les ha dicho que el Reino está en cada uno y que llegará con las buenas obras realizadas por los fieles, pero dada su insistencia, aprovecha para decirles lo que pasará al final de los tiempos.

El mismo Jesús es consciente que desgracia- damente no en todos reinará, de tal manera que cuando llegue su manifestación gloriosa, la cual será de improviso, los que estén preparados serán llevados a la vida eterna junto a Él, pero aquellos en los que no reinó, serán dejados fuera del banquete. Serán recogidos los que pudieron hacer algo extraordinario en su vida ordinaria, en el trabajo, en la casa, e incluso en la diversión; los que buscaron el bien, los que ayudaron a los necesitados, los que perdonaron las faltas y oraron por los que sufren, estos serán tomados, porque vivieron según el Espíritu Santo y no para satisfacer sus intereses personales.

En cambio, los que vivieron para sí mismos serán dejados. Es decir, lo que nos salvará o no, será el testimonio que dimos en nuestra vida.

¿Dónde será esto? Donde haya alguien que deja este mundo y se presenta al juicio eterno.

Fuente: «Evangelio y Vida», comentarios a los evangelios. México.
Autor: Alfredo García Rendón