Las recientes explosiones en Ucrania han sacudido el país. Nuestro personal y nuestros voluntarios están sanos y salvos, y continuamos nuestro trabajo en Kyiv, Kharkiv y Odesa, entregando alimentos vitales, kits de higiene y ayudando a reparar hogares.

Recientemente he hablado con el padre Vitaliy, que estaba en Lviv y había estado en contacto con el equipo en las ciudades de toda Ucrania. Me ha dicho:

«Todos estamos bien, seguimos aquí y no hemos resultado heridos. Pero esto ha sido impactante, un trauma psicológico para nosotros, parece la segunda ola de la guerra. Hoy estoy en Lviv, y estamos sin electricidad, la estación eléctrica fue atacada, así que hay apagones en la ciudad. En Kiev, las calles por las que caminamos, los edificios a los que fuimos, el restaurante en el que comimos, donde nos reunimos la semana pasada para discutir nuestros planes, este tipo de lugares ordinarios fueron atacados. Es impactante.

Cuando nuestro equipo escuchó el sonido de las sirenas, conseguimos trasladar a todo el mundo desde nuestros refugios a lugares seguros, todo el mundo estaba bien. Pero se siente como algo implacable. Y aterrador. Hoy estamos trabajando de nuevo y seguiremos adelante. Saber que nos estáis ayudando es un gran consuelo. Gracias de nuevo por estar a nuestro lado».

Para apoyar el trabajo de Depaul Ucrania, echa un vistazo a nuestro llamamiento de invierno de Depaul Ucrania, que está apoyando a miles de personas mientras se enfrentan a los continuos bombardeos y a un invierno peligroso.

Fuente: https://int.depaulcharity.org/