La esclavitud moderna

por | Ene 14, 2022 | Formación, Reflexiones, Víctor Martell | 0 comentarios

«Trabajemos juntos para erradicar el flagelo atroz de la esclavitud moderna que aun hoy encadena a millones de personas a la des humanidad y a la humillación. Cada ser humano es imagen de Dios y es libre., está destinado a existir en igualdad y fraternidad».

Papa Francisco.

Muchas personas creen que la esclavitud fue algo que sucedió por ejemplo en los Estados Unidos que fue una institución legal durante los siglos XVIII y XIX. En este tiempo comenzó una expansión del abolicionismo en el Norte, lo que sucedió fue que la rápida expansión de la industria del algodón desde 1800 causo al Sur aferrarse fuertemente a la esclavitud, e intentar expandirla a los nuevos territorios occidentales del país. Esto dividió a la nación en estados esclavistas y estados libres. El congreso prohibió el comercio de importación en 1808, aunque desafortunadamente el contrabando fue común a partir de entonces.

Aunque hay mucha tela por donde cortar al hablar de la esclavitud, es historia, como lo fue en nuestros países de la América que también sufrieron la esclavitud y el comercio de esclavos, con la complacencia de las familias, sobre todo las ricas de aquella época.

Hoy vamos a hablar de la horrorosa esclavitud moderna, de la cual muy poco se habla y que muchos gobiernos hacen de la vista ciega, imagínense ustedes que en pleno siglo XXI, esta moderna esclavitud sea una realidad en todo el mundo. Son aterradoras las cifras aportadas por el informe del CSI (Índice Global de Esclavitud), en la actualidad más de 40.3 millones de personas viven bajo la condición de “esclavos modernos” y siguen padeciendo las consecuencias de un sistema imperfecto en nuestros países, muchas veces injusto y cruel, y lo más triste, apoyado por los gobiernos de turno.

Yo estoy de acuerdo que la principal causa de la esclavitud moderna es la pobreza, esa es la cantera que vuelve vulnerables a las personas que la sufren, especialmente a los niños, ellos caen más fáciles entre las garras  de la esclavitud,  a veces,  con el consentimiento de sus propios padres. Las personas son obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas, sin horarios fijos, sin poderse negar porque son obligadas a la fuerza, muchas veces por el miedo a la muerte.

Da vergüenza que las instituciones de los Derechos Humanos que existen en casi todos los países,  solo se dediquen al parloteo y no ha obligar a los gobiernos que tomen medidas carcelarias contra estos desalmados.

Hay muchas formas de la esclavitud moderna, por ejemplo en países ricos, las familias traen a jóvenes incautas de nuestros países, les esconden sus pasaportes y tienen que trabajar en las casas sin paga y hasta que completen el abusivo precio que ellos determinen que tienen que pagar por haberlas traído a estos países.

Los famosos coyotes que le piden fortunas a las personas migrantes  para ayudarlos a pasar  fronteras y luego son abandonadas a su suerte, las mujeres violadas y a veces la muerte, el sueño americano se convierte en una pesadilla diabólica.

Es increíble que en el mundo existan 168 millones de niños y niñas trabajando, muchos de ellos en las calles explotados por terceras personas y que caen en las drogas a edades muy cortas y son víctimas de prostitución por degenerados que los llevan a diferentes países y al final destruyen su vida para siempre.

La explotación sexual, de instituciones delictivas,  que buscan jóvenes en nuestros   diferentes países, en los barrios marginados y  bien pobres y las engañan con trabajos en la industria de la música o para llevarlas a estudiar y son entregadas en casas donde las obligan a prostituirse sin ver dinero alguno, no pueden salir y si algún día quieren liberarse, las desaparecen y no son buscadas, porque la familia ignora su paradero o fueron cómplices de esa entrega.

Todavía en este pleno siglo XXI existe los matrimonios infantiles forzados sin posibilidades de elección y lo más triste que es con la aprobación de los padres de esas niñas por solo citar un ejemplo,  en Mozambique, alrededor de un 21% de la población femenina contrajo matrimonio antes de cumplir los 18 años y donde recientemente se ha aprobado una ley que lo prohíbe. Es inaudito que estas niñas sean entregadas por sus propios padres la mayor parte de las veces por dinero. En el mundo alrededor de 12 millones de niñas son obligadas a casarse.

Fíjense en estas cifras del reporte del 2018. De los 40.3 millones de esclavos en el mundo, el 71% son mujeres y el 29%, hombres, además 15.4 millones de personas son víctimas de matrimonios forzados y 24.9 millones a labores forzadas.

Como cristianos debemos obligar a que nuestros gobiernos tomen medidas bien serias y conduzcan a la cárcel a todos estos delincuentes, aunque tengan guantes blancos, que no los amparen, para que no siga esta carrera de oprobio e indignación

Por Víctor Martell

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