Este poema es una súplica en contra del aborto, es una petición de que se reciba la vida en este mundo y se le abrace con amor.
Recibidme
Recibidme,
que he venido a vivir.
Abrazadme,
que hay espacio en vuestros brazos.
Colocadme un nombre y halladme un refugio.
Recibidme,
como recibís la coima, el aplauso y el trono.
Amadme,
como amáis lo vuestro.
Queredme, como queréis con poder.
Recibidme,
Extendedme vuestra banda y la bandera.
Buscadme,
pues sí, podríais dadme un mundo.
Si no toco vuestra tierra
¿Cómo podréis tocar mi cielo?
P. Pablo González Sandoval C.M
Chile.
0 comentarios